lunes, 20 de febrero de 2006

¡Y llegó el lunes!

Después de un gran fin de semana llega el lunes. Lo que realmente es una continuidad en el tiempo, en mi vida, lo vivo como un punto y aparte, un volver a empezar. Mi vida no se interrumpe los domingos y empiezan los lunes, pero si mi percepción es que en este tiempo hay una ruptura. Yo trabajo sola, desde mi casa y los lunes por la mañana cuando me siento en mi escritorio siento que es tiempo nuevo; primero hago un ejercicio de recapitulación de cómo dejé las cosas el viernes pasado y desde ahí planifico mi semana. Cada lunes recojo la onda de la semana pasada, si trabajé más ahora tengo trabajo adelantado, si fue una semana dispersa, me encuentro con tarea atrasada. Esta semana me propongo tirar una piedra de trabajo, de centramiento en mis cosas, de ilusión y de dedicación, para que el lunes que viene cuando me vuelva a sentar recoja las ondas de un trabajo bien hecho.

Aquí y ahora estoy recibiendo las ondas de un fin de semana vivido con especial intensidad, donde no ha habido tiempo ni para dormir, pero si para el descubrimiento, la amistad, las risas, el compartir y para el amor.

Mi cuerpo está un poquito cansado, pero mi espíritu está en total armonía. Quiero desde aquí dar las gracias a tod@s aquell@s que habéis contribuido a esta sensación de armonía; a mis hijos, mis amigas, a mis compis de oratoria y de PNL y a ti …

¡Gracias! Os deseo que esta semana sea como vosotr@as la deseéis”

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