miércoles, 22 de mayo de 2013

Empoderamiento frente al rescate externo


 En mi primer libro Descubriendo tu hada interior escribía:
“A día de hoy puedo reconocer que por aquellos días todavía no había integrado el principal mensaje de todos los libros que había leído: “Todo aquello que necesitas para sentirte feliz está en ti” Está en mi, está en mi, me repetía una y mil veces, sin asimilar su verdadero significado.
Sería al cabo de un tiempo, después de recorrer muchos caminos, después de vivir muchas horas de soledad, cuando entendería lo que me estaba pasando; ¡Desde pequeña había creído que la felicidad vendría desde el exterior! Que sería un regalo que alguien me traería. Todos los cuentos que mi madre me leía me decían que alguien vendría a rescatarme de mi “mísera” vida. Como el príncipe de la Cenicienta, el de Blancanieves, el cazador de la Caperucita Roja, y tantos otros.
En ese momento aún no comprendía que de pequeña yo tenía sueños e ideales pero tenía la idea de que no podría llevarlos a cabo si algún apuesto príncipe no me rescataba de, ¡Dios Mío!, mi propia vida”
Porque esta idea que está en el inconsciente colectivo todavía en nuestros días escribí mi segundo libro Mujer Empoderada, en el que hago salir a la guerrera, a la heroína que todas llevamos dentro para empoderarnos, responsabilizarnos y tomar las riendas de nuestra vida.
Y tal vez me podrías decir que no es así, que ya la idea del rescate de la princesa ya no está presente en la sociedad, pues desgraciadamente sí que lo está. Este anuncio de Seguros Santa Lucia es un ejemplo indeseable de este pensamiento: http://www.youtube.com/watch?v=L41qCwUGLKY  Debería de retirarse su emisión pues atenta contra la igualdad más básica de géneros. Es aquel que dice que a mamá le da la mano papá y que ha papá se la tiene que dar un oso, metáfora de los seguros, pues "pobrecito" lleva el peso de toda la familia y a él nadie se la da. El empoderamiento consiste precisamente en eso; en que tomamos conciencia de neustro poder interior y nos damos la mano a nosotras mismas, sabemos cómo cuidarnos y luego decidir, desde la libertad si deseamos tomar, y que nos tome, de la mano a alguién.
Las mujeres no necesitamos ser rescatadas por los hombres, y es nuestro derecho el elegir si deseamos tener un hombre que nos de la mano y dársela nosotras a ellos. Como en algunos países nos llaman a las mujeres "la salvadora del salvador", nombre que hace referencia a la idea de que cuando el hombre vuelve a casa de "salvar al mundo" lo que desea es que una mujer lo acoja entre sus brazos para ser salvado él. Al final mujeres y hombres necesitamos de los demás para sentirnos amados y así ser felices. Mujeres y hombres nos damos las manos en igualdad y complementariedad, ¡eso sí que es evolución!

lunes, 13 de mayo de 2013

Equilibrio interior y exterior

Esta mañana he meditado de una forma diferente: en lugar de hacerlo mirando hacia mi maravilloso Buda, he abierto la puerta del balcón y me he puesto mirando hacia fuera, hacia el parque y el cielo. Esta forma de meditar me ha inspirado un pensamiento que quiero dejar hoy aquí.


Desde hace mucho tiempo le estoy dando vueltas al mensaje espiritual que desde las distintas religiones y corrientes espirituales nos mandan en el que nos dicen que todo lo que necesitamos para ser felices ya está dentro de nosotr@s.

En mi primer libro Descubriendo tu hada interior, ya hacia referencia a esto:

“A día de hoy puedo reconocer que por aquellos días todavía no había integrado el principal mensaje de todos los libros que había leído: “Todo aquello que necesitas para sentirte feliz está en ti” Está en mi, está en mi, me repetía una y mil veces, sin asimilar su verdadero significado.”

Hoy creo que dentro de nosotr@s podemos desarrollar la actitud necesaria para disfrutar de las cosas buenas de la vida, más no todo lo que necesitamos para ser felices está ya allí.

Me explico: puedo trabajar mi actitud de apertura hacia el amor, hacia una relación, más no puedo sentir la sensación de un abrazo, un beso, un paseo por el campo o de hacer el amor con mi ser querido, sin vivirlo de verdad.

Supongo que la verdadera espiritualidad es encontrar el equilibrio entre cuerpo, mente, emociones y espíritu. Es reconocer nuestra parte material y las necesidades de nuestros sentidos; oído, olfato, vista, gusto y tacto.

Lo que podemos elegir es nuestra actitud ante la vida, el cómo cubrimos nuestras necesidades, si lo hacemos de una forma ecológica o no para nosotr@s, a qué necesidades prestamos atención, descubrir qué necesidad es real y cuál esconde una necesidad mayor….

Todo esto es imortante hacerlo para ser más felices, más necesitamos de lo externo para alcanzar la plenitud, todo lo que las personas necesitamos no está dentro de nosotr@s. Realmente la vida nos ofrece demasiadas maravillas como para no disfrutarlas y pensar que a través de la meditación, el retiro y la conexión interior podemos sustituirlas.

Este disfrute está relacionado con conocernos, con saber lo quienes somos realmente y qué deseamos de la vida para ello es necesario pasar por el proceso de autoconocimiento y de empoderamiento personal.


jueves, 9 de mayo de 2013

El empoderamiento femenino, el resorte de una nueva sociedad

Muchas mujeres, tal vez demasiadas, cargamos dentro de nosotras ideas de minusvalía, de no merecer las cosas buenas, de que los demás son mas importantes que nosotras. Ideas que nos han sido transmitidas a través de la educación y el ejemplo recibidos a lo largo de nuestra vida.
Si las mujeres, como conjunto y cada una de nosotras de forma individual, conectamos con lo que realmente somos, realizando el ejercicio de conocernos, de saber quiénes somos y cuales son nuestros potenciales llegaremos a creer en nosotras mismas. Así podremos ser libres para decidir qué deseamos en la vida.
Para llegar a esta libertad interior, las mujeres hemos de pasar por el proceso de empoderamiento, en el cual se han de trabajar profundamente los miedos, las creencias negativas y las emociones estancadas, tomar conciencia de todo esto y superarlos.
Este proceso es urgente y necesario con el fin de que las mujeres nos posicionemos en un lugar de complementariedad con el hombre. Y he dicho complementariedad, no igualdad pues para mi son términos que debemos tener muy presentes al hablar de mujeres y hombres.
Es el momento de hablar de complementariedad frente a igualdad:
  • A nivel de leyes, de oportunidades, de las reglas que rigen la sociedad es imprescindible que hablemos de igualdad.
  • A nivel individual es prioritario que hablemos de complementariedad; pues mujeres y hombres somos muy diferentes y lo que este nuevo orden social demanda es que cada uno, cada una aportemos lo mejor de sí.
En el pasado se ha entendido la igualdad como la masculinización de las mujeres, nosotras tuvimos que adaptarnos a lo masculino para poder entrar poco a poco a los puestos de poder establecidos cuyas normas eran masculinas. Eso estuvo bien, fue necesario para abrir unas puertas cerradas desde hacía siglos a las mujeres, ahora esas puertas están abiertas y es el momento de cambiar las bases aportando la esencia femenina.
La esencia femenina es necesaria en el nuevo mundo que está surgiendo y es responsabilidad, sobretodo, de las mujeres el conectarnos con ella y mostrarla en el mundo desde la más pura autenticad, sin falsa imitación de lo masculino. Tanto mujeres como hombres estamos vivenciando un cambio de paradigma al que hemos de adaptarnos en un tiempo record.
En todo este proceso las mujeres tenemos mucho que decir pues uno de los cambios más importantes que se está produciendo a nivel planetario es la vuelta a lo femenino. Es vital para la humanidad que las mujeres creamos en nosotras mismas y que transcendamos nuestro pensamiento tradicional, de ser personas para los demás, al nuevo pensamiento; somos personas para nosotras que aportamos lo que somos a los demás.