sábado, 24 de agosto de 2013

Contar nuestros sentimientos nos humaniza


Estoy feliz por el debate abierto a raíz de mis dos últimos comentarios en facebook, ver entrada anterior a esta, parece haber un consenso general sobre la necesidad de abrir nuestro corazón y contar nuestros sentimientos a l@s demás. No parece lógico que siendo humanos sintamos que “tenemos” que esconder aquello que más nos humaniza.

El 18 de enero de 2006, hace más de 7 años, abrí mi primera ventana al mundo a través de internet, fue en mi primer blog ww.elvirasmuliterno.blogspot.com. En el empecé a escribir sobre mi día a día, mis sueños, mis aciertos y mis errores. Abría mucho mi corazón con la firme intención de que esto podría ayudar a otras personas. Después de un tiempo me fui cerrando y contando menos pues me sentía muy expuesta.
Hoy me pregunto dónde está el punto medio, ese en el que nos abrimos y permitimos que l@s demás nos conozcan sin caer en hacer de nuestra vida un espectáculo, un gran hermano.
Muchas personas me han escrito mensajes privados en los que me dicen que se sienten identificad@s con mis palabras y mis experiencias y que al leerme sienten alivio y esperanza. ¡Esto es un regalo para mi!
No quiero hacer de mi vida un circo pero si que quiero poder ayudar, supongo que el tiempo me ensañará dónde se encuentra el punto medio. Hoy no lo tengo demasiado claro.

jueves, 22 de agosto de 2013

El fin de los cuentos tradicionales

En mi primer libro “Descubriendo tu hada interior” hablaba de cómo los cuentos tradicionales son malos para las niñas y los niños que los escuchaban, pues les transmiten una realidad machista, dónde las niñas tienen que ser rescatadas de “sus pobres vidas” por príncipes, y a los niños se les manda el mensaje de que han de ser héroes.
A estas conclusiones parece haber llegado también la fotógrafa israe
Dina Goldstein, la cual ha presentado una colección de fotografías llamada “Princesas caídas” donde retratan a las protagonistas de los cuentos de hadas más allá de “y fueron felices y comieron perdices”.
Según la fotógrafa: -"Mi proyecto "Princesas Caídas" nació de una profunda rabia personal contra el ’y vivieron felices por siempre’ que nos dan de comer en la infancia"
Así, Dina retrata una Cenicienta que se vuelve alcohólica por culpa de la soledad, una Pochahontas encerrada en casa frente al televisor, una Bella durmiente en un geriátrico, una Caperucita Roja que se come al lobo por sus problemas alimenticios, una Sirenita, que acaba en un acuario por ser bella y diferente, una Jasmín atrapada en una guerra civil, una Bella que no se conforma con su belleza natural y pasa obsesivamente por el quirófano y una Blancanieves que al fin comprende que al casarse empieza la “vida real”, los hijos, las facturas….
Me encanta esta iniciativa y os la comparto, pues es una forma diferente de invitar a la toma de conciencia de que los viejos patrones escondidos en los libros infantiles ya no sirven.
¡Ni las mujeres somos débiles y necesitamos ser rescatadas, ni los hombres tienen el deber de ser príncipes y héroes rescatadores!