Ayer fue a ver Memorias de una geisha, y realmente disfruté las dos horas y media que dura. Fue como si los sentimientos saltasen de la pantalla hasta mi, me invadían. Podía percibir en cada momento los estados de tristeza, alegría, miedo, rencor...Para los que nos gustan adentrar en el mundo de las emociones esta es una película sin parangón. Creo que están magistralmente representadas la mayoría de las emociones humanas; como por ejemplo la envidia y el rencor, en el transcurso de la película podemos ver las consecuencias de los mismos.
Como no podía ser de otra forma, a mi lo que más me gustó fue el triunfo del amor, de la verdad, de la honestidad sobre todas las cosas. Sinceramente pienso que el la vida siempre triunfa lo positivo sobre lo negativo, el bien sobre el mal, el amor sobre la maldad.
Hay otra cosa que me gustaría destacar, es el mensaje que transmite de que cuando creemos en nuestros sueños, cuando tenemos la firme intención de conseguir algo, el universo nos ayuda a conseguirlo, a pesar de que parezca imposible o irreal.
Esta es una de esas películas que tendrían que proyectar en los colegios, en las universidades para transmitir a los niñ@s y jóvenes que es posible conseguir nuestros sueños, pero que es fundamental actuar desde el amor, que toda acción que lleve en si maldad tendrá un efecto boomerang sobre quien la mande.
Si no la has visto ya, te la recomiendo.
Déjate envolver por ella, déjate seducir por una geisha que dentro de sus mermadas oportunidades buscó ser feliz y elegir como quería que fuese su futuro y luchó por él.
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