viernes, 3 de febrero de 2006

Los prejuicios

Desde hace tiempo estoy trabajándome no hacer prejuicios ni intentar adivinar lo que los demás piensan o sienten. He llegado a la conclusión de que siempre que jugamos a adivin@s nos equivocamos, bueno si no siempre si en un 99% de los casos. Pienso que es mejor preguntar directamente por lo que los demás piensan. Desde que me he acostumbrado a preguntar, en lugar de especular, me he llevado unas sorpresas muy agradables. He descubierto que las personas cuando tu quieres de verdad comunicarte con ellas están dispuestas a abrirse y a establecer un dialogo que sea realmente atractivo para ambas partes. Para llegar a esta comunicación creo que es imprescindible abstenerse de hacer prejuicios. Estos son productos de nuestras propias creencias, es decir, los prejuicios son debidos a factores internos nuestros no a factores pertenecientes a los demás. Según nos hayan educado o lo que hayamos vivido en nuestra mente se forman una serie de creencias que son las que entran en juego a la hora de valorar a las personas. Mi propuesta de hoy es que miremos a las personas con ojos limpios, renovados. Que si esa persona no nos cae bien, hagamos una revisión hacia nuestro interior para descubrir el motivo. Hay veces que alguien nos cae mal a primera vista y no sabemos muy bien el motivo y es por que nos recuerda a alguien que no aguantamos.
Cada un@ de nosotr@s mira al mundo con su propio proyector, cuanto mas libre estemos de prejuicios más libres seremos y tendremos más capacidad de disfrutar la vida.

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