sábado, 26 de enero de 2008

Los pilares de la vida

Ayer hablaba en mi entrada decía que el universo me ha mandado el mensaje a través de Miguel Ángel de que mirase en mi interior para encontrar mi felicidad. De esto ya he hablado en varias ocasiones, hoy deseo cuestionármelo. La vida de las personas está sustentadas sobre estos pilares; las relaciones personales; familia, pareja, amigos, relaciones sociales..., el trabajo, entendido como desarrollo personal y como ingreso de recursos financieros, la economía personal; que da o quita tranquilidad y libertad y la diversión y/o el ocio. En el centro de estos pilares hay uno que es más etéreo y, por ello, menos apreciable a los sentidos humanos; este pilar es el espiritual, es el que hay en el interior de cada persona, es el central. Si una persona tiene los 4 primeros pilares bien afianzados y le falta el central, el espiritual sentirá que algo le falta, tendrá una sensación de insatisfacción que, tal vez no sabrá de donde le viene. Pues si o busca a través de los sentidos nunca llegará a el. Yo lo que me pregunto hoy es lo contrario ¿se puede ser feliz teniendo solo el pilar central, el espiritual? En el caso de las personas que abandonan la sociedad y se marchan a otras culturas, donde la organización es no capitalista, parece que si funciona. ¿Y qué pasa con las personas que vivimos en este tipo de sociedad? ¿Podemos ser felices sin una economía que nos permita vivir dignamente? ¿Sin relacionarnos con otras personas? ¿Sin un trabajo que nos motive? ¿Puede el pilar espiritual sustentar una vida feliz en la sociedad de los llamados países desarrollados? Yo hoy digo que no, que este pilar, aún siendo la fundamentación de la felicidad no puede sustituir a los demás. Más bien la solución es buscar el equilibrio entre los cinco pilares. La idea de los pilares que sustentan la vida es de mi amiga María (Patito) y como me ha encantado me he permitido usar esa metáfora para explicar mi teoría de hoy. ¡Gracias Patito por todo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario