domingo, 1 de octubre de 2006

¿Te sientes gota o agua?

Como sabéis l@s que me leéis llevo un tiempo planteándome cuestiones espirituales, de un tiempo a esta parte mi mundo interior ha experimentado un gran cambio, una transformación la cual me crea un bienestar, una paz que nunca había tenido, al menos conscientemente. Esta mañana he ido a pasear por el parque, iba yo sola. No he querido escuchar música mientras paseaba, como he hecho siempre. Hoy quería estar consciente en cada cosa que hacía, en cada paso que daba, quería ver el rostro de la gente con la que me cruzaba, percibir los árboles, escuchar a los pájaros…. El paseo ha sido de lo más enriquecedor, me he sentido “flotar”, he sentido como si mi cuerpo fuese muy liviano, indiscutiblemente esta sensación me venía de estar en conexión con mi SER. Y pensando en el SER y todas estas ideas que últimamente me rondan por la cabeza he llegado a una fuente, y me he sentado frente a ella. Mi mente estaba en total calma y reposo, me quedado mirándola durante un buen rato y ¡de repente! Me he dado cuenta de que el chorro del agua es igual que el SER y la Vida humana. Me explico. Creo que el concepto de la reencarnación de un mismo espíritu a través de diferentes vidas se aleja del concepto de Unidad del SER, es decir, que si es el mismo espíritu el que se va reencarnado una y otra vez, esto significa que hay diferentes espíritus, igual que hay diferentes personas. Yo pienso que esto no es así, pues creo que el espíritu, el SER, es Unidad, es Uno, es lo que en nuestra cultura conocemos como Dios. El SER es ilimitado y el todo forma, y formamos parte de EL. Creo que a no es un “mismo espíritu” el que se reencarna, sino que al morir nos fundimos con el SER, nos integramos con El y de EL van surgiendo otros espíritus para reencarnarse. Siguendo el símil del agua y la fuente, el SER es Toda el agua que está dentro de la fuente, la Totalidad y la vida es como el agua que sale por el chorro, que al salir va creando gotas separadas unas de otras, hasta que vuelven a fundirse con el resto del agua y su individualidad desaparece, otra vez son el Todo. Si pudiésemos preguntarle a una gota de agua ¿Qué es? Tal vez nos contestaría que es una gota y que no forma parte del resto del agua. En este momento habría aparecido el ego. Tal vez en ese momento la gota está separada del resto del agua es, como ella piensa, una gota “diferente”, pero ¿cuánto tiempo podría sobrevivir una gota sin el resto? ¿Cuánto tardaría en evaporarse? La gota no puede desprenderse de su Esencia, de la que Es, del resto de las gotas que forman el agua. Nosotr@s somos igual, gotas del SER que en un momento dado estamos encarnados en un cuerpo lo que nos produce “una sensación” de separación. Y digo bien cuadno hablo de sensación. Pues nuestra ideal de YO se crea a través de los sentidos, de lo que apreciamos, por esto nuestra imagen puede llegar a ser tan materialista, tan material, mundana…. Si pudiéramos ver más allá, percibir a través de la intuición, del corazón, del espíritu entonces empezaríamos a percibir otras cosas. Lo que nos llevaría a cambiar la imagen que tenemos del mundo y de nosotr@s mism@s. Un ejemplo claro de cómo nos engañan los sentidos, se ha dado cuando estaba sentada observando la fuente. Un perro ha llegado al agua, desde donde yo la estaba viendo el agua parecía algo sólido, pues tenía un reflejo de luz cristalino y daba la sensación de solidez. El perro se ha metido dentro del agua, con o cual la imagen de solidez que yo percibía desde mi sitio se ha destruido. Si hubiese hecho caso a lo que yo percibía, a mis sentidos hubiese asegurado que el perro andaría por encima del agua, Pero yo tenía un “conocimiento anterior” que me indicaba que todo era producto de mis percepción y “sabía” que el agua no es sólida. Así, en cada un@ de nosotr@s está el conocimiento de lo que realmente somos y depende de si escuchamos a esa sabiduría interior o no que “percibamos mas allá” o que nos quedemos solo en las formas. ¿Cómo te sientes gota o parte del agua?

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