jueves, 5 de octubre de 2006

Los estados del Alma

En la rosaleda y en el huerto
anhelo contemplar tu rostro.
En el sabor de la dulzura
anhelo besar tus labios.
En las sombras de la pasión

anhelo tener tu amor.

¡Oh, Amante Supremo!
Haz que olvide mis temores.

Se abren las flores
cuando tu espíritu exulta.

¡Por Alá!

anhelo escapar de la prisión del yo
para perderme
entre montañas y desiertos.

Me cansan las gentes solitarias y tristes,

quiero gozar en el frenesí embriagado de tu amor
y sentir la fuerza de rustam en mis manos.

Harto estoy de los reyes mortales

¡ansío ver tu luz!
Con la lámpara en la mano

Cheijs y mullahs recorren la ciudad;

vagan errantes por oscuros callejones
sin encontrar lo que buscan.

Tú eres la Esencia de la Esencia,
la embriaguez del Amor.
Quiero cantar tus alabanzas

mas permanezco mudo
con la angustia del deseo llenándome el corazón.

Rumi, poeta espiritual persa del siglo XIII

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