viernes, 10 de marzo de 2006

La comunicación

Siempre que nos comunicamos con los demás influimos sobre ell@s. Influimos tanto conscientemente como inconscientemente, a veces de forma positiva y otras negativa, a veces a nuestro favor y otras en nuestra contra.

Si nos paramos a pensar el enorme potencial de influir en los demás que tenemos a nuestra disposición veremos que es enorme y que en muchas ocasiones no lo valoramos ni lo utilizamos.

En la comunicación entre en juego muchos factores, hoy quiero hablar del lenguaje no verbal, es decir aquello que comunicamos sin hablar, con nuestros gestos, nuestros movimientos, mirada, sonrisa, la voz y los silencios. Si los silencios pues estos también hablan. Según los expertos la comunicación a través del lenguaje no verbal es el 95% de nuestra percepción personal inconsciente. ¡Imagina! Solo un 5% de lo que comunicamos lo hacemos a través del lenguaje verbal. ¿No sería importante hacer un repaso a lo que nuestro lenguaje no verbal está transmitiendo a los demás? Esto explica el por qué a primera vista una persona nos cae bien o mal sin hablar una palabra, es su lenguaje corporal que unido a nuestra experiencia, a nuestros pensamientos, experiencias, ideas, etcétera lo que hacen que nos formemos una ideas en el primer golpe de vista.

Todo es importante a tener en cuenta pero la sonrisa sea quizá nuestra mejor arma para llegar al otro, es como un pasaporte al corazón del receptor del mensaje. La sonrisa ilumina el rostro de quien la da y el corazón de quien la recibe. Está comprobado que las personas que sonríen con frecuencia son mas atractivas para l@s dem@s que quien no lo hace. Además una persona que sonríe inspira más confianza y comprensión. Una sonrisa emite una información que hace que el cerebro segregue endorfinas y esto crea una sensación placentera y relajante.

Es importante también como movemos el resto del cuerpo y de las expresiones de la cara. A veces el lenguaje verbal no transmite la misma información que el no verbal, lo que provoca en el receptor desconfianza, pues inconscientemente está recibiendo informaciones contrarias. Podemos mentir con las palabras pero es muy difícil hacerlo con el cuerpo; tal vez esta sea la razón del refrán: “Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo”

Sonríe, pues al sonreír le transmites a tu cerebro una sensación de bienestar y creas en la persona que tienes enfrente una actitud positiva hacia ti.

1 comentario:

  1. Anónimo10:52 p. m.

    HOLA:
    ME ENCANTARÍA SABER MAS SOBRE LA PROGRAMACIÓN NEUROLINGUISTICA, COMO CONOCER GESTOS MAS O MENOS UNIVERSALES PARA DETECTAR UNA MEWNTIRA POR EJEMPLO.
    gRACIAS

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