viernes, 15 de septiembre de 2006

¿Es el Ser o es el Ego?

Hoy, de nuevo, estoy triste. Tenía ilusión de que esta noche iba a ocurrirme algo, que ya no va a ser posible. Esta desilusión me ha hecho pasar de un estado de alegría por lo que iba a vivir a uno de tristeza por lo que no viviré. Y yo me pregunto Cuándo se da una situación así ¿es el ego el que interviene y nos hace sentirnos mal? Me explico, la emoción negativa que se desencadena en nosotr@s al truncarse unos planes que, realmente, nos hacían ilusión ¿viene dada por el ego que se siente engañado?. Más allá del ego está nuestra alma, nuestro espíritu. ¿Puede el espíritu, el Ser, sentirse triste? En teoría la repuesta es que no. Que el Ser, siempre está conectado a una energía superior, en realidad ES esa energía, y no es posible nada negativo en ella. Pero lo que iba a pasar hoy era algo que cubría una necesidad del alma, algo más allá del ego. Entonces ¿cuál es la que me manda esta sensación de malestar? Y ¿Cuál es la que me mandaba la sensación de bienestar anterior? Si seguimos razonando podemos decir que el Ser no necesita de nada pues todo está en él. Si eso es verdad hasta cierto punto. El Ser no necesita nada que no esté en el cuando está en la dimensión de Ser. Pero ¿Qué pasa cuando se encuentra encarnado en un cuerpo? Entonces el Ser comparte las necesidades de ese cuerpo. El Ser necesita alimentarse, tanto en el plano físico, como en el plano espiritual. Pongamos el ejemplo del AMOR, el Ser es Amor en sí mismo, supongo que en otra dimensión, cuando sea Ser puro, no necesitará nada más para sentirlo, pues el es AMOR. Pero cuando se encuentra encarnado entonces necesita recibir el Amor a través de las manifestaciones corporales. Dicen que si no das Amor a un recién nacido puede morir de desamor, aunque esté bien alimentado y cuidado. Así pues cuando una necesidad interior no es correspondida supongo que el espíritu la echará de menos pues es la forma que tiene de recordar un estado que para él es el natural y el que anhela volver a sentir. Hoy Yo, mi Ser y tal vez también mi ego estamos tristes por aquello que, en principio iba a pasar y que deseábamos, pero que ya no pasará.

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