Pues esta mañana pensando en ello me he dado cuenta de que estas palabras estaban incompletas y que me había olvidado de algo realmente importante: de los sentimientos y las emociones que forman a las personas y que son la base de las relaciones.
Por que tal vez, y solo digo tal vez, detrás de la economía se esconden los sentimientos y las emociones, unas veces para bien y otras para el lado contrario.
Hace tiempo conté una historia de cuando en El Cairo fui a comprar un regalo a una pequeña tienda; la persona que me atendió era un señor muy mayor vestido con una chilaba blanca, me miró, me sonrió y me invitó a mirar tranquilamente. Cuando elegí lo que deseaba comprar, saqué mi cartera para pagar inmediatamente, él me dijo que pagar era lo último que por favor me sentara, tomara té y disfrutara del momento. Así lo hice, estuvimos hablando un buen rato a pesar de que su inglés no era demasiado bueno. Cuando terminé mi té y fui apagar ¡no llevaba dinero!, llevaba las tarjetas de crédito pero él no tenía un terminar para cobrar con tarjeta. Entonces me dijo; ¡por favor, llévese lo que ha elegido y ya vendrá a pagarme cuando pueda!
- ¿Cómo?- le dije yo - usted no me conoce y no sabe si volveré.
-Bueno- me contestó- yo sé que si volverá y además si decide no volver no provocará mi ruina y habré disfrutado de este té con usted.
Me llevé el regalo y volví a pagarle.
¿Es esto economía? Para mi si lo es, es economía material y espiritual, es el intercambio de bienes materiales y el intercambio de sentimientos y emociones entre seres humanos.
Volvamos la vista a la verdadera economía, aquella que se fundamenta en las relaciones y en las necesidades de los individuos y de su comunidad.
Elvira, me ha encantado todo lo que has escrito, pero lo que me ha llegado al alma, es tu historia, con el egipcio.Si fueramos todos asi, este mundo seria distinto.
ResponderEliminarUn Abrazo
MBS