La esperanza

En estos días estoy pensando mucho en la esperanza y su función en nuestras vidas. He buscado su significado en el Espasa-Calpe y la definen así, confianza de lograr una cosa. Para mi la esperanza es la proyección del presente en el futuro, es soñar, creer o desear que aquello que deseamos y carecemos en el presente lo obtendremos en el futuro. Lo más maravilloso de la esperanza es la magnífica labor que realiza en la humanidad. Gracias a ella se han conseguido grandes logros y se han superado situaciones horribles. Si no fuese porque la esperanza es parte del ser humano, aumentarían las rendiciones, los fracasos, las depresiones y los suicidios, pues la esperanza nos da fuerza en los malos momentos. La esperanza es un alo, es la compañera de los malos momentos, y tal vez la mayor olvidada en los buenos. Algo curioso de la esperanza es que cuando pensamos en ellas miramos hacia el cielo, ¿Por qué será esta reacción inconsciente de poner la esperanza allá en las nubes? El otro día iba por la calle y veía a las personas que caminaban a mi lado y me preguntaba que tipo de esperanza tenían en sus corazones y que le pedían. A mi me mueve la esperanza, acepto mi presente y, admito, que la esperanza es parte de mi vida, pues deseo cambiar muchas cosas en ella. Gracias a ella me levanto cada día a trabajar en pos de mis sueños.