sábado, 22 de diciembre de 2007

Deseo recibir un regalo diario

En estos momentos de mi vida los días son lineales, ando las mismas calles, veo a las mismas gentes, me siento en al misma mesa y escribo en el mismo ordenador. Para un alma libre como es la mís, tanta normalidad es demasiado insulsa. Mi alma anhela ver otros mundos, otras gentes, otras culturas, oler diferentes aromas y desgustar los más variados sabores. Tal vez sea por esto que por las tardes, cuando salgo del trabajo, y mientras que ando los 5 minutos que me separan de mi casa, me entra una profunda pena. ¡Ay! pienso- otro día sin más aliciente, sin emoción y sin sorpresas. ...Y de repente un día esta monotonía se rompe, y entonces surge la magia, y ese día la vida me ofrece un regalo. Este regalo puede venir envuelto de mil formas diferentes; ayer, por ejemplo, la vida me envió uno envuelto en forma de una compañía y una conversación amena, amorosa e interesante. Para mi esto es mucho, pues es una de las formas con las que yo alimento mi alma, que realmente está ávida de nutrirse. Hoy le he pedido al universo que me traiga un nuevo regalo. Le pido tener todos los días una sorpresa, algo que me haga feliz y que me aleje de esta rutina, de este paso de los días mecánico y estandarizado. Hoy le pido al universo recibir cada día una sorpresa, un hermoso regalo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario