lunes, 13 de noviembre de 2006

Sentido a este aparente caos humano; la fe y la felicidad.

Yo no entiendo nada del origen de las palabras, aunque reconozco que me encantaría. En eso envidio a mi amigo Antonio que de esto entiende mucho, pues cuando entendemos de donde provienen las palabras podemos entender mejor el secreto del universo. Al estudiar la raíz de algunas de ellas podemos descubrir maravillosos mensajes e increíbles “casualidades”. Pensando en esto me ha dado cuenta de que la palabra felicidad empieza por fe, y sin ir más, sin buscar el verdadero significado etimológico, llegado a la conclusión de que conseguir la felicidad en nuestras vidas pasa por hacer un acto de fe; fe en que las cosas nos vendrán cuando las necesitemos, fe en que podremos seguir adelante fe en l@s amig@s, en la familia, en el universo y sobretodo fe en nosor@s mism@s. Sin fe la vida se vuele difícil, complicada y sin sentido. Con fe todas las cosas que pasan tienen un sentido, una razón y la vida se vuelve más completa. Para mi tener fe es la base de mi vida, de mi felicidad. Pues aunque tenga situaciones adversas las superaré gracias a confiar en que hay algo que es muy superior a lo que estoy viviendo y sobretodo que todo está trazado en un plan superior que no soy capaz de entender. ¡Claro! que esto es lo que yo pienso y que tu que me lees puedes o no estar de acuerdo, tal vez hayan personas que no tengan fe en nada y que aún sí sean felices. Puede ser…aunque esto a mi me cuesta entenderlo. Tal vez sea por esto que los seres humanos siempre hemos buscado algo superior a nosotros, algo que pudiese explicar tantas y tantas miserias y dolores por la que pasamos. Algo que de un verdadero sentido a los malos ratos, algo que nos haga sentirnos bien, en definitiva, buscamos la fe para llegar a la felicidad a través de encontrar sentido a este “aparente caos” humano.

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