Anoche fue la noche de San Juan en la que la tradición marca quemar lo que queremos que se marche de nuestra vida y pedir por lo que deseamos que llegue. Es una forma de psicológicamente dejar ir lo viejo, lo que ocupa y no genera, para que entre lo nuevo, lo que nos haga vibrar y sentirnos viv@s.
Quemar aquello que ya no nos hace felices para utilizar esa energía del fuego para ir en busca de nuestros anhelos y sueños.
Es hora de soltar el pasado y crear el futuro "a nuestra imagen y semejanza"
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