miércoles, 9 de diciembre de 2009

Relaciones de vecindad y fin de la crisis


En otra ocasión he escrito sobre la relación entre la economía y las relaciones humanas. Hoy quiero reflexionar un poco más sobre esto.

En la actualidad el consumo es irresponsable e insostenible. Parece que cada vez necesitamos de más cosas para SER, ya no es suficiente tener un par de jerseys para ir limpios, hay que tener unos cuantos para “no repetir” y de un año a otro, en muchos casos, pasan de moda. Un caso similar es lo que pasa con la tecnología, los ordenadores, los televisores, los móviles, quedan obsoletos en muy poco tiempo.
Así el rápido avance de la vida en todos sus órdenes hace que lo que tenemos en la actualidad tenga una corta vida y enseguida surja la necesidad de ser renovado.
Esto podría dar lugar a crear riqueza y puestos de trabajo y, en países como España y otros países europeos lo que pasa es lo contrario ¿porqué?
Según mi opinión, que tal vez no sea correcta, al tener la necesidad de cambiar constantemente de todo lo que nos rodea, necesitamos gastar más y más asiduamente por lo que surge la necesidad de buscar precios más baratos para poder acceder a todo lo que deseamos. Así, llevados por el criterio del precio compramos los productos con mejor relación calidad-precio y en los comercios más competitivos. Y ¿qué conseguimos con esto? Pues potenciar las industrias de países donde el coste social de los trabajadores es muy bajo, como China y países afines, y potenciar grandes superficies que tienen el poder de apretar en las negociaciones a los fabricantes. Al final el dinero llega a países extranjeros y a manos de poderosas empresas dueñas de las grandes superficies.
¿Dónde ha quedado el comercio en el cual cada transacción era motivo de interactuación entre seres humanos?
Si yo compro en el utltramarinos de la esquina estaré dando negocio a una familia, no a un holding, o grupo de empresas. Si compro en una frutería que a la vez se provee de un pequeño huerto, estaré dando negocio a mis vecinos, a mi entorno y el dinero no llegará todo a las mismas manos, sino que se repartirá en núcleos familiares.
Mientras que el precio sea un factor decisivo en la compra estaremos potenciando el paro y la crisis económica. Por lo que, tal vez, la vuelta a los valores de relacionarnos con nuestro prójimo sea una parte de la solución a la situación que tenemos.
Si yo compro en la tienda de al lado, aunque pague unos Euros de más, me beneficiaré si la persona que trabaja en esta tienda hace lo mismo y me compra a mi lo que tengo para ofrecer. En una nueva mentalidad, o tal vez sea un retorno a la mentalidad de antaño, a la de la aldea global.
Yo tengo la intención de ir poco a poco cambiando mis patrones de compra. Ayer compré el último disco de Joaquín Sabina en la disquería de al lado de mi casa, aún sabiendo que era un par de Euros más caro.
¡Volvamos a tener relaciones de vecindad y comerciales con los que nos rodean y así iremos poco a poco saliendo de la crisis (la económica y la personal)!

1 comentario:

  1. Anónimo12:57 p. m.

    Yo mandaré hacer un traje al sastre de mi calle.Relamente ese seria una buena opción para salir de la crisis.

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