martes, 23 de octubre de 2007

Paradojas, humor y cambio

Ayer hablaba de que una de las primeras reglas de oro para vivir una vida en plenitud es estar en el aquí y en el ahora. Hoy quiero aportar otras tres; Ver la vida como una paradoja, no querer entender todo, amar los misterios que la vida encierra, y verla como una constante aventura. Tener un buen sentido del humor, no tomarse las cosas, a las personas ni a uno/a mismo/a demasiado en serio. Ver la vida como un teatrillo, donde somos unos actores que estamos constantemente improvisando. Si nos tomamos a nosotros/as mismos/as demasiado en serio convertiremos nuestra vida en un gran drama. Saber que el cambio es parte de la vida, que todo cambia. En la naturaleza hay cambio de estaciones y cada una de ellas nos ofrece unas cosas maravillosas. El miedo al cambio tiene como fondo un apego y este un miedo a que lo que venga no sea bueno. Así el trasfondo del miedo al cambio es una desconfianza de lo que vendrá, del futuro. En el miedo al cambio interviene el cerebro a través de los circuitos neuronales y de la química que son las causantes de las reacciones automáticas. Para crear nuevas respuestas hay que usar una zona llamada neocórtex, que es la parte creadora. El principal inconveniente de esto es la sensación de incomodidad que nos manda el cerebro al no hacer aquello a lo que le teníamos acostumbrado, por lo que esta etapa de cambio el difícil de llevar hacia adelante. Una forma de ir acostumbrando al cerebro al cambio es hacer algo nuevo cada día, algo diferente e incluso incómodo. Voy a resumir estas tres “reglas” en una frase; “Los secretos del universo hacen que mi vida sea una aventura, cada día hay algo nuevo por descubrir. Estos descubrimientos van haciendo que mi vida cambie, que no me estanque en el pasado. Estos cambios los vivo con alegría y humor pues soy consciente de que la vida es un teatrillo donde yo soy la actriz principal.”

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