En un par de horas salgo de nuevo para Egipto. El motivo de este viaje es, como siempre en mi, el seguir la llamada de mi corazón. A lo largo de estos dos años mucho he hablado y filosofado del amor de pareja, pues bien, ahora es el momento de pasar a la práctica. Estoy viviendo una verdadera historia de amor con un chico egipcio. Y es increíble como funciona el universo pues él reúne muchas de las cosas que yo había pedido que tuviese el hombre del que me enamoraría. Realmente le conozco poco tiempo aunque ha sido muy intenso en conversaciones, hoy por hoy no me planteo más allá. Deseo disfrutar cada momento de esto que la vida me ofrece sin pensar en el mañana. Hoy de lo único que me tengo que ocupar es de coger el avión que me llevará a sus brazos y de dejarme cuidar y mimar. La vida siempre nos manda lo que le pedimos, aunque casi siempre es de una manera diferente a como pensamos que “debería ser” Yo hoy tengo la opción de pensar que esto no debería ser así, pues hay muchos kilómetros de diferencia, unos 3400 aproximadamente. O puedo pensar que esto es lo mejor para mi, que voy a aprender un montón de cosas sobre el amor, como la confianza y la paciencia. No sé que sentiré mañana o pasado, lo que si que sé es que en el aquí y en el ahora me siento enamorada y que esta es una maravillosa sensación que deseaba sentir con cada una de las células de mi cuerpo. Para mi sólo hay un camino, el que me dicta mi corazón, por eso hoy me olvido de todo y me marcho al El Cairo a vivir mi amor. ¡Te deseo un feliz verano y que encuentres aquello que tu corazón desea! Y te deseo que si lo encuentras vayas a por ello esté donde esté, cueste lo que cueste, opinen los demás lo que opinen. El único consejero fiable es tu corazón. Me voyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!
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