martes, 7 de agosto de 2007

De nuevo en España


¡Cómo pasa el tiempo, ya estoy de vuelta! Una nueva Elvira ha renacido, con más fuerza, con más entereza que nunca sabiendo lo que deseo. Es maravilloso como tomar distancia nos puede ayudar a ver las cosas con una perspectiva que antes no habíamos visto. Ahora sé que estoy haciendo lo correcto que estoy siguiendo mi propio camino y esto me da una fuerza interior que es tremenda. Aparte de otras cosas, este viaje me a ayudado a desprenderme del apego a las cosas que tengo aquí en Madrid, mi casa, mis muebles, mi calidad de vida. Hoy en día realmente siento que esta etapa de mi vida se ha cerrado y que he sido afortunada de vivirla y que el 28 de agosto cerraré la puerta de esta maravillosa casa dándole gracias por los buenos momentos vividos en ella y sin un atisbo de pena. He decido regalar los muebles y casi todo lo que tengo aquí a mis amigos, me marcho ligera de equipaje, es un renacer, es empezar de nuevo mi vida. Esta vez la comienzo con toda mi conciencia puesta en ella. La vida me ofrece una maravillosa oportunidad de volver al seno familiar y de acercarme a mis seres queridos y la voy a abrazar desde en fondo mismo de mi corazón. Es tiempo de dejarme fluir, son demasiados años nadando contracorriente, ahora es tiempo de hacerme la vida fácil, de aprovechar las ventajas que tengo por haber nacido en el seno de una familia con recursos. Lo mejor de todo es que voy a aprovechar todo estos, no desde el punto de vista de “una hija de papá” sino de una persona que se ha formado a si misma y que elije conscientemente el volver. Tal vez mañana hable del amor de pareja, que ¡al fin se ha instalado en mi vida!

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