lunes, 1 de enero de 2007

¡Feliz 2007!

Un nuevo año ha nacido y está viviendo sus primeros momentos. A este año, al igual que cada nueva persona o cosa que nace, le presagiamos un maravilloso futuro. En un día como hoy imaginamos todo lo bueno que deseamos que nos pase en los próximos 365 días. Atrás quedó el 2006 y todo lo que en él pasó. Hoy tenemos la oportunidad de empezar nuestra vida, de crearla según nuestros deseos. Siempre digo que la vida nos habla en metáforas y la del año nuevo es una que me encanta, es algo así como si nos dijera; lo que tienes hasta ahora no es lo definitivo. El año viejo se va y de ti depende como vivenciar tu vida en el nuevo. El fin de año nos invita a pensar en lo que hay en nuestras vidas y el nuevo año es la renovación. Es pensar que la vida no tiene que ser “como es”, sino que podemos construirla como deseemos. ¡Que maravilloso es esto! El universo no castiga, no te hace cargar con la cruz de tus culpas sino que te libera, a través del año nuevo, a través del cambio de estaciones, a través de las noches para separar un día de otro, a través del paso de una hora a otra, de un minuto a otro e incluso de un segundo al siguiente. Son oportunidades para volver a empezar de nuevo una y otra vez. Todo en la vida es cambio, nada permanece, entonces ¿Cómo podremos decir que nuestra situación no puede cambiar? ¿Cómo podremos decir aquello de “yo soy como soy y no puedo cambiar”? ¿Serás que no quieres? ¿Qué te resistes? Hoy, como cualquier mañana, tenemos una oportunidad maravillosa para cambiar, para transformar, aquello que no deseamos tener en nuestra vida. Yo pienso aprovecharla. Al igual que lo hice el año pasado por estas fechas; aproveché mi oportunidad de cambiar las cosas para crearme las circunstancias en las que quiero vivir mi vida y hoy me siento feliz con mi vida y orgullosa de lo que he logrado. Aún así no me voy a dormir, no voy a querer que nada cambie, al revés voy a seguir este proceso. Así el 1 de enero de 2008 podré decir que me gusta mi vida y que doy gracias a la Elvira del 1 de enero de 2007 por hacer todo lo que estaba en sus manos para continuar un cambio que ha dado como resultado obtener la vida que deseo. Hoy quiero dar las gracias a la Elvira del 2006 por su valentía y sus persistencia y por no haberse rendido en los momentos más duros, pues de haberlo hecho hoy mi situación no sería la misma y a mi ¡me gusta mi vida! He dado muchos pasos para llegar aquí, los mismos que daré para ir llegando a los siguientes “aquí y ahora” de mi vida. Te deseo que desde este momento crees las circunstancias adecuadas para que se produzcan los cambios que deseas para tu vida y que disfrutes de cada momento, de cada paso que des.

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