domingo, 29 de noviembre de 2009

Bares de pueblo y redes sociales


Acabo de llegar de pasar el fin semana por la provincia de Soria. Esta mañana he visto la nieve por primera vez en este año. ¡Que belleza encierra la nieve! Una belleza blanca radiante e ilusionadora que, en muchos casos dura un instante para pasar a convertirse en marrón y peligrosa. Es la vida misma, nada es bueno o malo. Todo cambia, se transmuta.
Ayer visité algunos pueblos y volví a sentir lo que es vivir en poblaciones en las que hay pocos vecinos. Todo el mundo se conoce, todos hablan con todos y las relaciones sociales se hacen en las calles, en veranos, o en los bares.
Ayer desayunando en uno de estos bares pensé que era muy diferente este ambiente, del de, por ejemplo donde yo desayuno algunos días y más diferente aún de, pongamos, una cafetería de la Gran Vía de Madrid. En el bar del pueblo todos se conocen e interactúan entre si. Entran personas solas y se unen a uno de los diferente corrillos. Además las personas rotan de un corro a otro. ¡Podríamos decir que es un facebook local! Yo enseguida me sentí acogida y me sentí parte de ese proceso  de comunicación e integración.
Seguramente que algunas de las personas que allí estaban no pertenecen a ninguna red social por Internet y tal vez sea más lógico hablar con la persona que está a tu lado tomando un café que tener una larga lista de "agregados" en la red social  no saber nada de la persona que con la que coincides cada día.
Aunque, no todo es de color de rosa en estas comunidades, también los odios, las rencillas, los recelos y este tipo de emociones están más presentes, formando parte de la vida social.
¡A mi me ha encantado viajar por pueblecitos castellanos y hablar con sus gentes y disfrutar del paisaje y de la gastronomía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario