
Filosofamos bastante, hablamos de la vida y de la posibilidad o imposibilidad de la "otra vida". Hablamos de valores, de tomas de decisiones, hablamos del poder de la escritura, de las relaciones humanas, entre otros temas que surgían entre bocado y bocado de sushi.
El también es escritor y no sabía que yo tenía un libro publicado, como no podía ser menos le regalé uno.
Ayer por la mañana me llamó para decirme que lo había leído de un tirón, que acabó a las 2 de la mañana y que no había podido dejar de leerlo hasta el final. Me dio su opinión y me dijo algo sobre lo que quiero "filosofar esta mañana"
Me dijo que después de leer el libro pensaba que la Elvira que había estado con él en el almuerzo era la de la "Mente" y que a él le hubiese encantado también estar con el Hada.
Dándole vueltas a esto he llegado a la conclusión de que en las relaciones humanas muchas veces ocultamos nuestra parte más auténtica, más íntima, tal vez por temor a que nos hagan daño.
Yo por mi parte así es, he ido durante mucho tiempo "a corazón abierto" y me han lastimado.
Ahora he aprendido a cerrar mi corazón y mi parte "de hada" a aquellos a los que me pueden dañar. Esto tiene una parte positiva pues me protejo y una parte menos positiva pues tal vez dejo de establecer relaciones que podrían ser más auténticas y fuertes.
Este es un proceso de aprendizaje para encontrar el punto medio. Ya sabes que yo escribo para encontrar respuestas a mis infinitas preguntas y esta es una más ¿hasta que punto podemos ir mostrando nuestra Hada o Hado por el mundo? ¿ Cómo podemos saber si a quien se lo ofrecemos tiene buen corazón y no se aprovechará de nuestra buena intención?
Esta entrada se la dedico a mi compi por saber ver en mi más allá de lo que le mostré el domingo.