lunes, 3 de marzo de 2008

Lunes fatalista

Vivir en medio del juicio permanente de todos es como vivir sin vida propia, al no ser, que se pasa de todo y de todos y sólo se escuche al Ser, al corazón. ¿Es posible que el corazón tenga razón cuando las circunstancias externas reflejan lo contrario? ¿Cómo saber si se está escuchando al corazón o se está errando totalmente en la vida? ¿Es real que una persona sienta que está llevando acabo su destino cuando si las circunstancias que rodean su vida son un desastre? Hoy no sé nada de nada, la cabeza me va a estallar y mi corazón lo siento dormido, lejos de mi. A mis cuarenta años, estoy igual que cuando tenía 15; sueño con el mundo que yo deseo para mi y con mi alma gemela, mientras que mi vida es lo opuesto a mis sueños. Si pudiera dejaría hoy mismo de soñar para anclarme a la tierra. ¿Qué prefiero ser una soñadora con una realidad rota o una persona anclada en la realidad sin sueños? Hoy no lo sabría decir. Si que lo sé tal vez lo que me pase es que no lo quiero reconocer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario