jueves, 8 de febrero de 2007

¡Es tiempo de SENTIR!

Anteayer estuve comiendo con mis amigas pues ¡teníamos mucho de que hablar! ¡y vaya si hablamos! La sobremesa se alargó hasta las 6 de la tarde. Fueron unas cuantas horas de intenso debate de la vida de cada una de nosotras. Cuando nos separamos cada una de nosotras teníamos la sensación de que DEBIAMOS cambiar algo en nuestra vida. Era como una imposición de lo que era correcto hacer, pues entre todas así lo habíamos decidido “por nuestro bien”. Al separarnos y “volver” a nuestras respectivas “realidades” y querer poner en marcha lo que durante la comida era tan obvio parecía que ya tenía un poco menos de sentido. Lo que hicimos mal, fatal, fue meternos en el mundo de las ideas, de la mente. Intentamos guiarnos por la lógica. Y a las conclusiones que llegamos eran totalmente mentales. Así pasó que cuando quisimos llevar esas decisiones a cabo aparecieron los sentimientos y las emociones ¡Ajá! Durante la comida ¿las habíamos tenido en cuenta? ¿Dónde estaban nuestros corazones? ¿Escuchamos en ese momento a nuestro interior? NO. Somos cuatro amigas buscando vivir la vida plenamente. Hacer las cosas lo mejor que sepamos. Ayer nos dimos cuenta de que centrarnos en lo que pensamos y en lo “que deberá ser” no nos hace ningún bien. Como ya he dicho muchas veces, en este “debería ser” hay una un juicio y en los juicios siempre hay desconexión de nuestra esencia. La mente, la lógica, los pensamientos buscan el control y el poder para aplacar sus miedos derivados del alejamiento de la esencia, del SER. Busca tenerlo todo controlado para sentirse “aparentemente” segura. Esta búsqueda del poder y del control lleva consigo inevitablemente la pena y la ansiedad, pues para controlarlo todo en todo momento hay que estar en continua “lucha” Sólo cuando tomamos las decisiones desde el corazón y nos escuchamos, cada una a si misma, no las unas a las otras, llegamos a la verdadera esencia de nuestra propia vida. Pues andar buscando la aprobación de los demás es la mayor fuente de insatisfacción que existe en este mundo. El verdadero control es dejar de controlar y el verdadero poder es el poder del SER, de lo verdadero, de nuestro interior. Solamente allí podremos sentirnos en paz, solamente desde allí podremos tomar las decisiones acertadas. Ha llegado el tiempo de dejar de pensar para pasar a uno nuevo; “el del SENTIR”

1 comentario:

  1. Anónimo2:40 p. m.

    Estoy de acuerdo con tigo en que la lógica como método de determinar el camino a seguir puede chocar con lo que desea el corazón y puede hacer que nuestro SER se sienta menospreciado y olvidado y por tanto dolorido, pero en ocasiones nuestro corazón es confundido por el subconsciente y necesita de la lógica consciente para descubrir el engaño. Saludos

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