La capacidad de hacer daño radica en nuestras necesidades, cuánto mayor es una necesidad, cuanto menos conscientes somos y cuanto menos la tenemos bajo control, más vulnerables nos volvemos.
Las personas manipuladoras se aprovechan de las debilidades del ser humano para ejercer su poder. Así como la publicidad detecta nuestras necesidades para incitarnos a la compra impulsiva, sin control por parte del consumidor.
En el día a día esto funciona a cada momento; el hombre o la mujer que conoce las necesidades de su pareja y los utiliza para hacer de él/ella lo que desea, el jefe con su empleado, el que tiene el dinero con el que depende de él o incluso personas que necesitan amor y que hacen lo que sea por recibir "su dosis", aunque el precio a pagar sea muy alto y, al final, lo le satisfaga.
Pienso que tod@s pagamos algún peaje por nuestras necesidades y que nos exponemos a los demás por ellas. Esto no es bueno, ni malo, forma parte de la condición humana. Lo que si es importante es estar atentos a como gestionamos nuestras necesidades cara a los demás y no dejar que estas les de ningún tipo de ventaja, o poder, sobre nosotr@s. Pues de nos ser así iremos regalando pedacitos de nuestro poder interior para quedarnos finalmente vaci@s de nuestra esencia.
Aveces una renuncia a satisfacer una necesidad o un deseo es dar un paso hacia nuestra libertad personal, hacia nuestro empoderamiento.
"Descubre la motivación de los hombres y obtendrás su alma" .- Tal vez gran parte de la historia de la humanidad se base en esta afirmación.
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