jueves, 8 de abril de 2010

Jueves Santo en el Monte Nebo




Cuando supe que tenía que venirme antes de lo previsto a España tuve clara una cosa; ¡no quería irme sin ir al Monte Nebo! Así que el Viernes Santo me fui para allá. ¡Es una maravilla la paz que siento allí! Es como si el tiempo se detuviese y solo estuviéramos mi alma y yo. ¡Dios mío, que paz!
Ahora al recordarlo, siento una intensa emoción en mi corazón y "la vida real" me parece muy irreal. esto para mi no es nada bueno pues ya me cuesta mucho esta vida cómo para tener estos pensamientos.
El año pasado a la bajada del Monte Nebo al Mar Muerto me llegó una información que había estado buscando desde hacía tiempo. Este año me pasó lo mismo; llevaba tiempo dándole vueltas a un asunto que quería entender, para mi misma y para un curso que estoy preparando, y no encontraba la respuesta. ¡Pues estando allí arriba, contemplando Tierra Santa, de repente ¡lo vi claro! Las lágrimas me empezaron a rodar por las mejillas y sentí un escalofrío. 
Me siento una privilegiada por haber encontrado un sitio donde poder sentirme tan cerca de Dios, de mi Ser, del Universo, ¡da igual como lo quiera llamar! Todo al final es lo mismo, solo las palabras crean la apariencia de separación.

2 comentarios:

  1. Anónimo1:50 p. m.

    Es muy bonito y emocionante lo que cuentas.

    Js

    ResponderEliminar
  2. Anónimo9:18 p. m.

    Me suena lo del Monte Nebo, pero no recuerdo de que.

    TT

    ResponderEliminar