viernes, 21 de junio de 2013

Cuarentañeras, juventud con experiencia y sabiduría

He estado unos días perdida del mundo. El sábado pasado me encontraba tan cansada por la gran carga de trabajo que he tenido últimamente que decidí escaparme del mundo. Así me fui cerca del mar, con mi amiga Lucía. 

Han sido unos días de renovación intensa, de dejarme invadir por la energía del mar y del sol, de disfrutar de estar tumbada en la playa sin hacer nada y de grandes conversaciones.
Últimamente compro y leo la revistaGrazia, que dirige Charo Izquierdo, es una revista diferente que trata a la mujer sin estereotiparla y que tiene un contenido muy variado, ameno e interesante. Pues bien, en el número de la semana pasada hacen una comparación de cuando Ursula Andress hizo de chica Bond, contaba con 26 años, y Penélope Cruz que será la próxima chica Bond a la edad de 39 años.
Este reportaje nos dio a mi amiga y a mi pie para enfrascarnos en una interesante conversación. Es maravilloso como está evolucionando la forma en que la mujer nos estamos mostrando y se nos muestra, al mundo y cómo estamos dejando de ser un objeto, en el que prima la imagen, la inocencia, la sumisión y, sobretodo, la juventud. Ahora a la mujer se nos empieza a valorar por nuestra fuerza, coraje, experiencia.. Al final todo esto nos lleva a la sabiduría: ya no prima la candidez y juventud, sino la sabiduría y la experiencia.
Esto me recuerda a las brujas, mujeres que su único “pecado” era el ser sabias, el conocer y reconocer el poder que habitaba dentro de ellas. Esto, obviamente, era un peligro para una sociedad donde a la mujer se le exigía que fuese como la Virgen María, que diese hijos sin disfrutar, que su vida sólo tuviese sentido al dársela a los demás.
Gracias a Dios, hoy ya no se nos puede quemar, ¡yo ya hubiese ardido en la hoguera un par de veces! Hoy las mujeres podemos alzar la voz y proclamar que somos sabias, que tenemos opiniones, que somos fuertes, poderosas y valiosas sin dejar atrás nuestra feminidad, este es el verdadero empoderamiento femenino.
Yo soy muy optimista, lo soy por naturaleza y porque todo lo que está pasando en el mundo me lleva a serlo y me doy cuenta del gran cambio de mentalidad que se está experimentando con respecto a la imagen de la mujer.
Al final Lucia y yo concluimos que ya no somos cuarentonas, término que sugiere una mujer de avanzada edad, sino que ahora somos ¡cuarentañeras! que suena más a una juventud con experiencia y sabiduría.

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