martes, 13 de octubre de 2009

Digindad y acción

Ayer leí una frase con la que me siento muy identificada; "Cómo hombre no actúo por deber, sino porque es adecuado al sentimiento que tengo de mi dignidad y no puedo actuar de otro modo" Swâmi Prajnânpad -del libro ""Pequeño tratado de acción".
Todo lo que nos rodea nos provoca unos sentimientos u otros, unos son agradables y otros son de displacer. en muchas ocasiones no los escuchamos o los pasamos por alto y hacemos lo contrario a lo que estamos sintiendo.
Tal vez esto sea parte de lo que hablábamos el otro día sobre las causas de la tristeza, la depresión. Tal vez inconscientemente sabemos que tal y como estamos vivienciando el mundo no está alineado con nuestro interior, y tal vez sabemos que,en ocasiones anteponemos el placer momentáneo a la dignidad que deseamos sentir como seres humanos.
Al hablar de dignidad no me refiero a actos en los que se pierde totalmente la dignidad por causas del sexo, del juego, del poder o la ambición, sino a esos pequeños actos cotidianos de pérdida de la propia dignidad; como romper una promesa o un compromiso que teníamos con nosotros/as mismos/as, alejarnos de la dirección que nos hemos marcado, dejarnos vencer por nuestro ego siendo consciente de ello...
Tal vez una de las diferencias entre las grandes figuras humanas, como la Madre Teresa de Calcuta, es que ellos y ellas mantienen la dignidad tanto en los grandes actos, como en los más pequeños, tanto en lo público como en lo privado y, es más tanto en las acciones como en el pensamiento.
Difícil tarea la de actuar en armonía a lo que sentimos que es nuestra dignidad.

3 comentarios:

  1. Anónimo5:19 p. m.

    Por lo menos, lo intentaremos día a día, el ser coherentes con nuestra dignidad.

    P.P

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  2. Anónimo10:27 a. m.

    A veces se actua por deber y otras por dignidad. La mayoria de las veces lo hacemos por el deber.



    Js

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  3. Querida Elvira, soy tu compañero de PNL Angel y esta reflexión que haces sobre dignidad y acción me trae a la cabeza algo que no sé donde aprendí y es "actúa siempre como si alguien estuviera mirando" cuando en realidad sería nuestra propia conciencia la que nos debería impulsar a actuar siempre con esa dignidad cotidiana que mencionas. ¡Claro que es difícil!, quizá todo resida en qué pequeños pasos podemos ir dando en qué gran dirección y de ese modo intentar se coherentes con uno mismo 1 vez mejor que ninguna e ir así poco a poco buscando el equilibrio personal. Gracias por tu generosidad compartiendo tantas y tan certeras reflexiones. Y ya que mecionas a Teresa de Calcuta y por si no lo habíais leído os dejo esta frase suya: "Nunca dejes que nadie se te acerque si no es para dejarte mejor y más feliz". Besos

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