Desde hace un par de semanas están llegando a mi mujeres que admiten tener, o haber tenido, miedo a sus parejas.
Son mujeres normales, como yo, mujeres con preparación, modernas, que
trabajan y que participan activamente en la sociedad. Un ejemplo es el
de una conocida mí, se separó hace tiempo y, a día de hoy, cuando sale
con otros hombres teme que su ex marido le vea. Al hablar con ella me
reconoció que él está presente en su vida y en mente de una forma muy
activa.
Como
muchas veces me pasa, primero me llega "por casualidad" una información
y partir de ahí yo empiezo a preguntar y a investigar. En esta ocasión,
el resultado ha sido bastante alarmante y podría parecer que no es una
muestra de la realidad pues he encontrado muchas mujeres que me han
asegurado sentir este miedo.
Y
sé, que esto no es algo normal, ni que todas las mujeres lo sientan, ni
que todos los hombres lo hagan, lo que también sé es que hay mujeres
que se sienten así, y que no lo manifiestan por el temor a ser juzgadas y
abandonadas.
Ya
sabemos que hay muchos tipos de miedos, yo al que me estoy refiriendo
es al psicológico. Ese miedo que muchas, o algunas, mujeres llevan
dentro de si a no ser queridas, a no ser aceptadas si se muestran como
son. Y es que a lo largo de la historia, hemos aprendido a callar, a
anteponer a los demás a nuestras propias necesidades y, en muchas
ocasiones, aún conservamos ese chip mental y emocional que nos dice que
si damos prioridad a nuestras necesidades somos egoístas, que las de los
demás están por delante de las nuestras.
A
esto, a lo que sienten muchas mujeres por la educación recibida, hay
que añadirle lo perdidos que están algunos hombres. El papel del hombre y
de la mujer ha cambiado tremendamente, en algo más de una generación.
Tal vez haya sido un cambio demasiado rápido y drástico para que nos
hayamos podido adaptar a el y aceptarlo de verdad.
Estoy
convencida que los hombres que están utilizando este tipo de
intimidación, o violencia, ya sea física, mental o emocional lo hacen
porque ellos sienten miedo, miedo a los cambios de las mujeres, miedo a
perdernos, miedo a no ser queridos, y sobretodo a no ser necesitados.
Es
necesario que estos hombres comprendan que hay otras formas de relación
entre hombre y mujer y que el maltrato no es la solución. Es necesario
desterrar los miedos, saber que un@os y otr@os nos necesitamos, que
somos parte de un mismo Todo y que solo el respeto a la forma única de
ser de l@s demás crearán relaciones que nos nutran y que nos hagan
avanzar hacia la felicidad y hacia un mejor mundo.
También
es necesario que las mujeres aprendamos a querernos, a poner límites y a
no dejar que el maltrato se cuele en nuestras mentes y en nuestros
corazones. Esto se consigue a través del empoderamiento personal.
Esta
es una tarea conjunta, de mujeres y hombres, de la sociedad, de
volvernos a reeducar, de implantar nuevas formas de relación donde cada
un@ exprese lo mejor de si. Una bonita tarea ¿verdad?
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