lunes, 28 de enero de 2013

Resignificar nuestra historia personal

Para Marcela Lagarde es muy importante dejar de vivir la vida como algo dado, es decir, como algo estático que se nos ha otorgado y que no tenemos el poder para cambiarlo, sino que hemos de vivir de acuerdo con nosotras mismas, de acuerdo con lo que somos, no como algo preestablecido, como algo que otros planifican por nosotras. Según esta autora: “no tendremos autonomía si no tenemos conciencia de nuestra propia biografía”. Esta me parece una verdad inmensa y absolutamente olvidada.
Mientras escribo esto, siento una emoción enorme pues es la base de la reconquista de nuestro poder interior, tener conciencia de la biografía propia es responsabilizarse de la misma, es pensarla en primera persona, es sentirse protagonista. Esto, que podría parecer a nivel superficial algo obvio, contiene un mensaje profundo y potente; al contarnos nuestra vida como una historia tomamos conciencia de quién es realmente la protagonista, quién decide, quién interviene, cuáles son los factores claves, cuál la motivación para hacer las cosas, cual ha sido el contexto, como se han seguido, o no, los caminos preestablecidos. Es hacernos presentes en nuestra vida, asumir sus riendas, saber que somos seres vivenciales, no corporales. Significa la toma de conciencia plena de nuestra esencia y circunstancias. Es en definitva, empoderarnos para ser las dueñas de nuestra vida ¿Puedes haber algo más importante en nuestra vida que hacernos conscientes de nosotras mismas?, ¿que descubrirnos para responsabilizarnos?
Marcela nos habla de no vivir la vida como algo natural, como algo dado sin más y para ello hemos de resinificarla, darle un significado siendo nosotras la base. Para convertimos en individuas primero tenemos que sentir que nuestra vida es individual. Sin esta resignificación somos una más, nos perdemos en lo dado, somos solamente figurantes. Al hacer nuestra biografía podremos ser conscientes de los conflictos que hemos superado, de las situaciones de las que hemos salido airosas, de las decisiones que hemos tomado y las consecuencias que nos han generado. Nos daremos cuenta de que nuestra inseguridad es solo un pensamiento que se ha instalado en nuestra mente, pues tenemos muchos recursos internos y somos mucho más poderosas de lo que nos estamos reconociendo. ¿No crees que a llegado la hora de creer en tu poder y de expresarlo al mundo?
De mi libro: Mujer Empoderada 

martes, 22 de enero de 2013

¿Soy bondadosa si no lo soy conmigo primero?



Llevo un par de semanas dándole vueltas al concepto de la bondad en la mujer. Está algo claro que  la idea de que "debemos ser buenas" ha sido grabada a fuego en nuestras mentes y en nuestros corazones, marcando así nuestro destino.

Desde pequeñas a las mujeres se nos dicen que hemos ser buenas y "decentes", introduciendo así la semilla que al germinar dejará abierta la posibilidad de ser manipuladas y maltratadas sicológicamente o físicamente en el peor de los casos. Me explico, la mujeres, al igual que los hombres, somos seres emocionales y necesitamos ser amad@s, si a esto unimos una educación en la que se nos inculca que hemos de ser buenas, el resultado es algo así como: "se buena y serás amada", y ¡ya está! no hay nada más que hacer, ya solo hay que dejarnos que actuemos. Así con este pensamiento, o sentimiento motor como lo denomino en mi libro, de fondo pasaremos la vida viviendo para l@s demás, intentando hacer honor a nuestra bondad abriéndose, de este modo,  la posibilidad de ser manipuladas y quedando a la merced de l@s demás.

En demasiadas ocasiones las mujeres estamos en manos de nuestras parejas, hij@s, familiares, amig@s, compañer@s de trabajo,.... y todo por esa falsa bondad que nos han vendido y que nosotras hemos comprado. ¡Basta ya! Yo no quiero ser bondadosa para l@s demás si primero no lo soy para mi misma. Y seguramente, alguien,  me tache de egoísta y yo le contesto ¿de verdad que es lícito ser bondadosa para l@s demás y olvidarme de mi?

No, no, no, me niego a olvidarme de mi, de mi felicidad, de mis sueños, de lo que anhelo. Me niego a no ser bondadosa conmigo misma. Me niego a no responsabilizarme de mi felicidad. Me niego a que la felicidad de l@s demás sea más importante que la mía.

Por eso no soy malvada o egoísta, pues me puedo cuidar a mi misma a la vez que cuido de l@s demás, no es incompatible. Por que yo me  quiera a mi no voy a dejar de querer y cuidar a las personas de mi entorno. En esto consiste el empoderameinto de la mujer de reoconocerse valiosa y merecedora de practicar la bondad hacia sí misma.

Es urgente, entre muchas otras cosas, que las mujeres revisemos nuestro concepto de la bondad y del egoísmo.

Imagen: Copyright (c) 123RF Stock Photos

viernes, 11 de enero de 2013

El manuscrito encontrado en Accra

Ayer me regalaron el  último libro de Paulo Coelho El manuscrito encontrado en Accra y ayer me lo leí entero, de una pasada, sin apeas levantarme de mi sillón de lectura.
Ya la frase de la portada me llamó “no hay  arma más poderosa que las palabras” ¡Qué razón tiene Paulo!- pensé. Las palabras son con las que construimos o rompemos los puentes hacia las demás personas, hacia nuestros sueños, hacia nuestra tranquilidad... Incluso influyen en nuestro estado interno; según las palabras que pensamos y nos decimos así será cómo nos sintamos.
El autor, el título y la frase de la portada habían llamado poderosamente mi atención, así al finalizar mis tareas del día, apagué todas las luces de casa dejando sólo una pequeña lámpara de lectura, encendí una barrita de incienso y mi senté en mi maravilloso sillón de lectura. Tengo la suerte de vivir en una casa en la que el silencio me acompaña constantemente, así empecé a leer dejándome envolver y seducir por las palabras del autor....
La lectura me enganchó, conforme leía más y más, me sentía más metida en ella. Para mi leer este libro ha supuesto el reconocimiento a mi misma de todos los caminos andados, de todas las pruebas superadas, de las veces que he remado en contra del viento. Pues nos invita a ver nuestra vida y la de los demás desde unos ojos nuevos, desde una visión en la que no existe el fracaso, en al que sólo los quedan en el suelo, son derrotados.
La derrota no depende de las circunstancias que vivamos, la derrota tiene que ver con la actitud interna, con escuchar a nuestra alma, más allá de lo que estemos vivenciando.
 Podría escribir muchas reflexiones sobre este libro, no es mi intención para esta entrada. Para mi lo más importante a destacar es la sensación que me dejó de todo está bien, la vida es un camino y hay que andarlo para comprender aquello que en el momento actual no entendemos.
“Nadie puede conocer la importancia y la grandeza de lo que hace. En eso reside el misterio y la belleza de la Ofrenda: es la misión que se nos ha confiado, y tenemos que confiar en ella.” Paulo Coelho

miércoles, 9 de enero de 2013

Aprendí desde el amor

¿Cómo influye en miedo en tu vida?, ¿te empuja a actuar en modo huida?, ¿te detiene y te lleva a modo parálisis?, ¿va a tu lado y te hace caut@?
Ayer la vida me hizo un maravilloso regalo: un gran aprendizaje que vino en modo amable.
Ayer la vida me enseñó que en un aspecto concreto de mi vida, estaba en modo huida. Que para no ser herida, me alejaba produciéndome yo a mi misma la herida que deseaba evitar.
Me sentí tremendamente afortunada, había aprendido una gran lección sin dolor, en lugar de ello, lo hice a través de la conciencia y del amor.
Espero seguir aprendiendo desde el Amor....

martes, 8 de enero de 2013

El miedo, base del maltrato de algunos hombres hacia las mujeres

Desde hace un par de semanas están llegando a mi mujeres que admiten tener, o haber tenido, miedo a sus parejas. Son mujeres normales, como yo, mujeres con preparación, modernas, que trabajan y que participan activamente en la sociedad. Un ejemplo es el de una conocida mí, se separó hace tiempo y, a día de hoy, cuando sale con otros hombres teme que su ex marido le vea. Al hablar con ella me reconoció que él está presente en su vida y en mente de una forma muy activa.
Como muchas veces me pasa, primero me llega "por casualidad" una información y partir de ahí yo empiezo a preguntar y a investigar. En esta ocasión, el resultado ha sido bastante alarmante y podría parecer que no es una muestra de la realidad pues he encontrado muchas mujeres que me han asegurado sentir este miedo.
Y sé, que esto no es algo normal, ni que todas las mujeres lo sientan, ni que todos los hombres lo hagan, lo que también sé es que hay mujeres que se sienten así, y que no lo manifiestan por el temor a ser juzgadas y abandonadas.
Ya sabemos que hay muchos tipos de miedos, yo al que me estoy refiriendo es al psicológico. Ese miedo que muchas, o algunas, mujeres llevan dentro de si a no ser queridas, a no ser aceptadas si se muestran como son. Y es que a lo largo de la historia, hemos aprendido a callar, a anteponer a los demás a nuestras propias necesidades y, en muchas ocasiones, aún conservamos ese chip mental y emocional que nos dice que si damos prioridad a nuestras necesidades somos egoístas, que las de los demás están por delante de las nuestras.
A esto, a lo que sienten muchas mujeres por la educación recibida, hay que añadirle lo perdidos que están algunos hombres. El papel del hombre y de la mujer ha cambiado tremendamente, en algo más de una generación. Tal vez haya sido un cambio demasiado rápido y drástico para que nos hayamos podido adaptar a el y aceptarlo de verdad.
Estoy convencida que los hombres que están utilizando este tipo de intimidación, o violencia, ya sea física, mental o emocional lo hacen porque ellos sienten miedo, miedo a los cambios de las mujeres, miedo a perdernos, miedo a no ser queridos, y sobretodo a no ser necesitados.
Es necesario que estos hombres comprendan que hay otras formas de relación entre hombre y mujer y que el maltrato no es la solución. Es necesario desterrar los miedos, saber que un@os y otr@os nos necesitamos, que somos parte de un mismo Todo y que solo el respeto a la forma única de ser de l@s demás crearán relaciones que nos nutran y que nos hagan avanzar hacia la felicidad y hacia un mejor mundo.
También es necesario que las mujeres aprendamos a querernos, a poner límites y a no dejar que el maltrato se cuele en nuestras mentes y en nuestros corazones. Esto se consigue a través del empoderamiento personal.

Esta es una tarea conjunta, de mujeres y hombres, de la sociedad, de volvernos a reeducar, de implantar nuevas formas de relación donde cada un@ exprese lo mejor de si. Una bonita tarea ¿verdad?

jueves, 3 de enero de 2013

Es hora de unirnos para erradicar la discriminación hacia las mujeres



Noticia del ABC:  “Tenía 23 años y aunque su nombre no ha sido desvelado todavía, su muerte quedará grabada en la conciencia de miles de personas en la India. En este tanatorio de Singapur descansan los restos mortales de la joven universitaria que fue violada hace dos semanas en un autobús. Iba acompañada de un amigo, cuando varios sujetos se echaron encima de ellos. A él le dieron una paliza. A ella la llevaron a la parte de atrás del vehículo, donde fue violada y golpeada con una barra de hierro. A consecuencia de las heridas, la chica fue ingresada en estado muy grave, donde ha fallecido tras varias operaciones sin éxito. Lo seis salvajes, incluido el conductor del autobús, fueron detenidos y están en prisión a la espera de ser juzgado” http://www.abc.es/videos-internacional/20121229/fallece-joven-anos-violada-2061679163001.html

¿Hasta cuando se van a producir en el mundo noticias como estas? Los seres humanos nos creemos las criaturas más avanzadas sobre la faz de la Tierra ¿De verdad que lo somos? ¿Por qué algunos hombres necesitan mostrar “su superioridad sobre la mujer” maltratándola? ¿No será que se sienten inferiores? Basta ya!!!!!
Es el momento de unirnos mujeres y hombres de buen corazón para erradicar la lacra del maltrato físico, psicológico y de cualquier tipo de discriminación sobre las mujeres.
La humanidad está compuesta por Mujeres y por Hombres con nuestras diferencias, esto es lo que hace la vida interesante.
¡Basta ya! de seguir la senda que algunas religiones nos ha marcado y nos sigue marcando con su ejemplo de relegar a la mujer a un segundo plano, de querer que seamos madres sin tener una relación sexual, de ponernos en altares ejemplos de pureza inalcanzables. ¡Basta ya! yo no soy pura, no quiero serlo, soy una mujer de carne y hueso, con mis debilidades, con mis inquietudes, mis sueños y mis pasiones.
¡Basta ya! de que me diga lo guapa que tengo que ser, lo mona que tengo que ir vestida, lo maravillosa que me tengo que mostrar… Yo me levanto con ojeras y despeinada, no me parezco en nada a las modelos de las revistas ¡Bueno tampoco ellas se parecen a ellas misma! A veces acierto con la ropa y a veces voy un poco disfrazada.
¡Basta ya! de que las mujeres no nos creamos merecedoras a llegar a los puestos de responsabilidad, de que intentemos hacernos un hueco en un mundo económico creado por y para el hombre sin conseguirlo, de nos ser participes al 50% de la responsabilidad del funcionamiento del mundo.
En la humanidad somos Mujeres y Hombres y ambos tenemos los mismos derechos. ¡Basta ya de que algunos hombres se crean los dueños del Mundo y crean que las mujeres estamos a su disposición!
Es hora de que las mujeres reclamemos nuestros derechos, de verdad, que creamos en nosotras mismas y que exijamos lo que es nuestro y no hemos sabido, hasta ahora, conquistar.
AHORA ES EL MOMENTO ¿te unes?

miércoles, 2 de enero de 2013

Soy una soñadora.. ahora sé que l@s soñadores somos necesari@s

Desde pequeña he sido una soñadora, a las personas que tenía a mi alrededor “les hacía gracia” esta faceta mía, decían algo así como “que mona Elvira siempre hablando y pensando en el amor y en un mundo mejor”. Y yo me sentía terriblemente sola, diferente, no encontraba a nadie con la que pudiera compartir mis inquietudes y con la que sentirme comprendida.
A los once años publiqué mi primera poesía en un periódico local, aún tengo guardado el recorte del periódico, en la que decía:
En África y en China,
en América y en Japón,
tenemos unos hermanos
que nos piden compasión.
Compasión de amor,
compasión de corazón....
En esa época ya intuía que la forma de crear un mundo mejor es la de sentir la humanidad como parte de una gran familia y que el amor y la compasión es el camino para crear un mundo mejor.
Tengo libretas y libretas llenas de poesías y pensamientos, esta ha sido, y sigue siendo, mi forma de intentar comprender el mundo.
Una de las primeras personas que llegaron a mi vida y en la que me pude sentir comprendida fue mi amigo Pablo, ¡a él también lo consideraban raro! Recuerdo nuestras conversaciones en las noches de verano junto a la orilla del mar como verdaderos regalos.
Y el tiempo fue pasando, yo fui recorriendo caminos, leyendo libros y, sobretodo, conociendo personas... Todo esto me hizo descubrir que hay muchas personas como yo, personas que son soñadoras, personas que tienen una fuerte creencia que un mundo mejor es posible y que está en nuestras manos y en nuestros corazones el crearlo.
Hoy mi faceta de soñadora no me pesa como antes, al contrario, me parece un privilegio. Las soñadoras y los soñadores somos necesarios en el mundo, pues el amor y los sueños son sus motores.