¡Me gsuta mi vida!

¡Que maravillosa es la vida! Ayer mientras que conducía me invadió un pensamiento que me produjo un gran bienestar, pensé: ¡Realmente me gusta mi vida, soy una privilegiada por haber elegido como vivirla! Tengo la sensación de estar haciéndolo bien, de ser una mujer valiente, de no dejarme llevar por las circunstancias externas. Esto me lleva a sentirme libre como persona y, lo que yo siempre digo, a sentirme libre de mi misma que es la verdadera libertad. Por la noche me llamó mi gran amiga Montse y… ¡increíble! Antes de que yo le comentara nada ella me habló de que tenía la misma sensación. ¿Qué significa esta casualidad? ¿Por qué nunca habíamos hablado de esto y ella me lo comenta en el momento en que yo lo estaba sintiendo y pensaba escribir sobre ello? La conversación fue preciosa, ambas estábamos pletóricas aunque conscientes de la realidad. Me explico, no es que dijésemos que tenemos todo lo que deseamos, o que todas las circunstancias de nuestras vidas fuesen ideales, o que no tengamos cosas que resolver o problemas. No es nada de esto, pues ambas tenemos aún mucho que “arreglar” en nuestras vidas. Es más la actitud ante la vida, como la vivenciamos con un espíritu de juego, de crecimiento constante, de consciencia plena.El ser conscientes de todo lo bueno que tenemos, de lo afortunadas que somos nos hace enfocar nuestra atención en lo positivo y vivir lo “menos positivo” como un reto, un aprendizaje, como algo que nos hace valorar más lo que si tenemos.
Tal vez me equivoque al pensar que la mayoría de la población del llamado “mundo desarrollado” no podría gritar con el corazón en la mano ¡Me gusta mi vida!. ¿Tú puedes? Si es así ¡enhorabuena!, si no ¿qué has de hacer para poder?