¿VIVIR o sobrevivir la propia vida?

Realmente me gusta hablar en positivo y destacar las cosas buenas de la vida. Hoy me voy a permitir una excepción y voy a escribir sobre algo que no comprendo.
Estoy separada y tengo dos hijos Elvira, de 15 años, y Carlos, de 7. Ellos están siempre conmigo, excepto 2 fines de semana al mes que se van con su padre. Pues bien, ayer me contaba Carlos que su padre los viernes y sábados que están juntos después de cenar se pone a ver el Salsa Rosa, o el programa de cotilleos. ¿Y tu que haces? – le pregunté yo, pues yo me subo a mi habitación.
No puedo entender como te puede interesar la vida de los demás si se te está escapando la tuya. Como es mas interesante el “canibalismo social” que estar con tu propio hijo.
Tod@s tenemos nuestra propia vida y podemos hacer lo que nos de la gana con ella, es decisión nuestra VIVIRLA, así con mayúsculas, o dejarla escapar lo que yo denomino SOBREVIVIRLA, es decir pasar sobre ella, como de puntillas.
Esto no es una crítica al padre de Carlos, es más bien un comentario de algo que no entiendo y que me afecta pues la felicidad de mis hijos es la mía.
No soy solo yo la que no lo entiendo, mi hijo Carlos me lo decía, con su linda carilla llena de pena; “mamá no entiendo porque papa no hace más cosas conmigo. Me compró un coche de 300€ y nunca vamos a jugar con él.”