Nos esclavizamos a través de endeudarnos. Las modas, y no me refiero solo a la ropa también a los coches, casa, decoración, ocio..., nos lleva a entrar en una vorágine de gasto.
Ahora el crédito viene acompañado a la mayoría de las tarjetas que nos dan los bancos, así gastar más de lo que realmente tenemos es muy fácil; simplemente dar la tarjeta y firmar. ¿nos damos cuenta de lo que nos estamos haciendo al hacerlo? Por ese hecho tendremos que trabajar más para pagarlo y nos alejaremos de la libertad de poder hacer otras cosas.
El sistema está perfectamente creado para tenernos en esta inercia de trabajo-gasto, inercia que no tiene salida si no somos conscientes de ello y nos proponemos seriamente el cambio.
Podríamos decir que los grilletes de los esclavos se han cambiado por tarjetas, créditos y escaparates llenos de la última moda.
Que razón tienes Elvira. Con las tarjetas parece que no cuestan tanto las cosas, y tiramos de ellas con alegría.
ResponderEliminarMarta
Dimelo a mi, que me fui de fiesta y entramos en un sitio de chicas de buen vivir, dspués de copa tras copa, me pasarón la cuenta de 390 euros,cantidad que no disponia, pague con la targeta, y cuando llego el cargo, mi mujer que es lista como todas los sois, me pregunto pero en que labanderia te han cobrado 390 euros, imaginaros como me quede.
ResponderEliminarPP
!Viva las targetas!
ResponderEliminarVividor
Bonita paradoja…. Primero ahorramos para liberarnos, y ahora gastamos para esclavizarnos… espero que no necesitemos más de un siglo para cambiar esta situación también… ;)
ResponderEliminarBesos,
Fer