Estamos terminando el 2007, es tiempo de cerrar para permitir abrir. Cierra aquello que te perjudica, aquello que no te haga feliz. ¡Vacíate para volver a llenarte! Te recomiendo que te vacíes de todo lo que haya en tu interior para luego poco a poco ir llenándote solo de lo que deseas realmente. Se la nada y desde esa nada comienza con conciencia a llenarte. Es como cuando hacemos la limpieza de un armario, sacamos todo lo que hay en él par después cosa a cosa ir decidiendo, con conciencia, si lo volvemos a meter a no, si nos es ya útil o solo nos estorba. Deja de lado, siempre que te sea posible, relaciones, personas y cosas que no te aporten felicidad. Revisa los contactos del Messenger y del Skype, si los tienes, y decide a quien deseas tener realmente, a los demás bórralos. Haz lo mismo con tu móvil, ¿cuántos contactos tienes que nunca llamas y que al verlos buscando otros te restan energía. ¡Bórralos! Si lo deseas apúntalos en algún lugar por si en un momento dado necesitas o deseas llamarlos. En general, las personas tenemos muchas cosas en nuestra vida que nos quitan tiempo y energía y que los mantenemos por rutina o por el qué dirán. El tiempo dedicado a esto es tiempo perdido, tiempo aparentemente lleno que a la larga deja una sensación de pena. Poco a poco vacíate de todo, pon tus ideas en duda, incluso aquellas que para ti sean verdades férreas, vacíate también de ellas. Y por supuesto vacíate del victimismo, de la culpabilidad, de los “tengo que”, de los “deberías”... Deja de preocuparte de lo que los demás puedan pensar de ti y ocúpate de saber lo que piensas de ti misma. Olvídate del pasado, de los que has hecho o dejado de hacer y enfoca tu atención en el futuro, en lo que deseas llegar a ser. Deja atrás el resentimiento, el odio y la ira, los pensamientos negativos por aquello que alguien te dijo, o te dejó de decir, y conéctate al amor hacia todos y hacia todo. Deja que tus sensaciones sean las protagonistas de este nuevo año. Llénate a través de los sentidos y que su filtro sea el corazón, no la razón. Enamórate de todos y de todo y vive como un recién nacido, libre de pasado y de limitaciones y con la conciencia de un adulto que sabe lo que desea par su vida y tiene la capacidad de elegir. Vacíate de lo viejo, vuélvete nada, y llénate de proyectos, de sueños de anhelos y de fe en ti misma y en la vida, y que seas muy feliz.
¡Vacíate, sé la nada para volverte a llenar!
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