Buda y la cueva

Anoche hablando con mi hijo sobre Buda caí en la cuenta de que, según la versión de la vida de Herman Hesse, Buda antes de iluminarse estuvo en un cueva sin comer, sin beber y sin ver la luz del sol durante días.
Esta situación fue elegida por él conscientemente pues intuía que era la forma de liberarse del ego y de las necesidades mundanas para poder elevar su conciencia a una nueva dimensión.
Aunque sus discípulos pudieron hacer lo mismo que él, uno tras otro lo fueron abandonado, no le entendían y no sentían en su interior esa necesidad de superarse.

Este es un gran ejemplo de que para llegar a hacer grandes cosas en la vida primero hemos de vivir situaciones duras, fuertes que nos cultiven el espíritu.
Aquellos/as que no sientan que se están preparando para realizar algo importante en su vida vivirá la situación como un drama, se sentirá víctima de las circunstancias.
Los que lo vivimos desde el propósito o misión de vida nos crecemos ante nuestra realidad, sea la que sea, sabiendo que este es el aprendizaje necesario para desarrollar nuestro potencial, para poder vivir desde nuestra grandeza y así relazar nuestros sueños y llevar a cabo nuestra misión.
Si como Buda te encuentras en la cueva, no desesperes, mejor dicho; cuando te caigas vuelve a recomponerte, pues tu sabes que después de este periodo te espera la iluminación, los sueños cumplidos, el disfrute pleno de la vida.
Como dice mi amiga Beatriz; ¡Viva la vida!