Antes de irme, y como resultado de los duros años que llevos vividos había integrado en mi la aceptación sin resignación, sabía que este es el primer peldaño para vivir una vida plena, y también sabía que esto estaba incompleto.
El segundo ingrediente para la felicidad me llegó en Petra, como no estoy demasado en forma me canso con poco que ande, así decidimos contartar a un guía con mulas para recorrer aquel maravilloso lugar. Al principio me bajaba cada vez que el terreno se inclinaba un poquito pues el miedo era suprior a mi, poco a poco la cosase fue complicando y me vajando una pendiente increíblemente inclinada, no me podía bajar pues a mi lado había un terraplén enorme y el sendero era estrecho... repiré hondo y pensé que la única forma de continuar el viaje era confiando, así me encomendé a Dios, a mi guía y a la mula, me relajé y entonces empezé a disfrutar del momento. Te puedo asegurar que fue incleíble.
Mi viaje siguió, mis pensamiento mis notas...
El desierto de Wadi Rum me susurró al oido el tercer ingrediente; la paciencia, no como concepto de espera con aceptación, si no como vivir el aquí y el ahora en toda su extensión, disfrutar de lo que ES.
Yo me sentía feliz por haber logrado completar estos tres ingredientes y entonces....
Nos fuimos al Mar Muerto, ¡menuda experiencia bañarse allí! flotas sin esfuerzo, es imposible no flotar, el ambiente es especial, a unpar de kilómetros se encuentra el sitio donde Jesús fue bautizado. Me encontraba flotando sobre las aguas del Mar Muerto cuando me llegó la palabra fe.
¡Eso es! Aceptar + Confiar +Paciencia = FE, fe en que vendrá un mañana mejor, en que los sueños se cumplirán, en que mi trabajo, mi preparación, mi esfuerzo de hoy tendrá su recompensa en forma de sueños hechos relidad. Me sentía tremendamente feliz...
De vuelta a la rutina, ya sabes, problemas, economía, familia, soledad.... estos cuatro ingredientes los tenía presentes y si bien me daban fuerza, no me proporcionaban la felicidad que tanto busco.
En fin la felicidad proviene del interior y tiene que ser acompasada por el exterior.
¿Y mientras que mi realidad no sea propicia para mi felicidad?... Estaba con estos pensamientos cuando mi vista se fijó en un cuadro de una monja leyendo, ¡claro! la forma de ser feliz es uniendo a lo dicho la misión de nuestra vida, nuestro propósito.
Por ejemploo yo cuando escribo me siento feliz y no necesito nada mas, porque estoy haciendo lo que me gusta y tengo un propósito para ello.
Así puedo decir que a día de hoy mi teoría es:
Aceptar + Confianza + Paciencia = Fé
Fé + Misión= Felicidad en los momentos dedicados a ella.
Fé + Misión + Circunstancias Exteriores Favorables + AMOR= FELICIDAD
Que bonita la foto, y pensar que eso eran canales de agua.
ResponderEliminarMaria