"La calidad esencial del ejército que resulta siempre victorioso es que carece de una forma determinada. Esto constituye una fuerza, pues sabe manifestarse de la manera que sea necesaria para conseguir la victoria, etéreo, sabe transformarse sin dificultad y sin dudas. Adquiere las características que se requieren para la situación, teniendo en cuenta al enemigo, su disposición, el terreno y cualquier aspecto que pueda presenta la batalla."
Para aplicar esta norma a la vida humana, hemos de entender el ejercito que carece de una forma determinada por el ser humano libre de ego.
Al hacernos amigos de nuestro ego fluimos por la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario