El efecto mariposa

El mundo es como un hermoso tapiz de enormes flores. Depende desde la perspectiva desde la que lo estés viendo puedes sentir que es una parte o un todo. Visto desde el suelo cada flor es un todo en si misma, es algo completo. Si lo viésemos a vista de pájaro el todo sería el tapiz y cada flor solo una parte. En esta comparación cada un@ de nosotr@s somos la flor y el tapiz es la humanidad. Tod@s y cada un@ somos fundamentales, irremplazables y maravillosamente completos de una forma individual. Aunque, y esto es lo verdaderamente maravilloso y mágico, no somos nada sin los demás. ¿Paradójico? Si, ¿Verdad? También. Si una flor pretendiese ser “autónoma” ser sola en el mundo tendría una vida muy corta. La flor para sobrevivir ha de formar parte algo más grande que ella, como un jardín, un decorado, un centro…algo que le proporcione le necesario para vivir, el agua y el oxígeno. Si cualquiera de nosotr@s pretende ser autónomo le pasaría lo mismo, moría. Todos dependemos de todos. Y todos estamos relacionado con los demás, con sus acciones, con sus pensamientos…A esto los científicos le llaman el Efecto Mariposa, que puede resumirse con este antiguo proverbio chino: “el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”. Esta interrelación de causa-efecto se da en todos los eventos de la vida. Un pequeño cambio puede generar grandes resultados o dicho de una forma actualizada: "el aleteo de una mariposa en Hong Kong puede desatar una tormenta en Nueva York". La película La Torre de Babel tiene como trasfondo este efecto. Mi teoría de porque se produce este efecto es porque en realidad todo y todos somos parte de una misma energía la cual se manifiesta de formas aparentes para los sentidos. Me explico, a través de los sentidos es como percibimos la realidad y estos nos engañan pues vemos las cosas y las personas de forma individual. Si fuésemos capaces de ver más allá, de captar lo que realmente somos, entonces aparecería ante nosotr@s, de una forma grandiosamente clara, que todo es energía y que las partes forman parte del Todo, o del UNO, como se le llaman en las filosofías espirituales. El domingo en una meditación pude sentir en mi misma esta sensación de unidad y puedo asegurar que es maravillosa y muy real.