Mi miedo...

Estoy en un proceso tremendo que viene determinado por las circunstancias de mi vida. En estos momentos soy un pelele en manos del destino. Lo que haré el año que viene, si puedo vivir en Madrid o no, está determinado por un acontecimiento totalmente ajeno a mi. Esto me produce un sentimiento de inseguridad atroz. Llevaba dos días muy malos, me encontraba abatida, no podía coger las riendas de mi vida. Ahora, y gracias al gran trabajo interior realizado durante tantos años, he conseguido saber que es lo que me está pasando. Las causas son varías, aunque la más importante es sin duda el miedo al futuro. He de reconocérmelo para a partir de aquí trabajarlo. Este año he sedo muy valiente, he salido de mi zona cómoda, he realizado los esfuerzos necesarios y … al final la nada. Ninguno de mis proyectos se han hecho realidad. Ahora que en casi todo lo que creía se ha caído, que he visto que nosotros no podemos elegir el como y el cuando de las cosas, es ahora cuando me surgen los miedos, el no saber hacia donde dirigir mis pasos, me esfuerzo, mi vida. Es algo así como que no tengo ningún punto de apoyo para decidir hacia donde ir. Supongo que estas etapas en la vida son necesarias para crecer y para hacerse más fuerte, pero cuando las pasas es un proceso complicado. Todo lo que se, lo que he aprendido me está ayudando mucho. Hoy comentándolo con mi amiga Isa hemos llegado a la conclusión que si yo no tuviera un conocimiento tan grande de mi y de técnicas de autoayuda me hubiese costado meses y un dineral en terapia el llegar a las conclusiones que he llegado por mi misma en dos días. Por esto doy por bueno todos mis esfuerzos en este campo. Ahora llega el momento de enfrentarme a mis miedos, a mi futuro, a mi destino. Ya por el solo hecho de saber que me pasa me encuentro mucho mejor. Además ahora puedo buscar en mis recursos para superarlo. Antes de saber que me pasaba era como luchar contra gigantes imaginarios. Hoy he aprendido que la infelicidad es parte de la vida, que es necesaria para recuestionarnos nuestras creencias y que el ser humano es un cúmulo de contradicciones genialmente orquestadas. Yo lo soy, seguiré adelante. Con mi miedo lo que he hecho es no dejar que me empuje; podría precipitarme en mis decisiones. No dejarlo que me frene; podría dejar de hacer cosas importantes para mi. Lo he puesto a mi lado, cogido de mi mano para que me recuerde que existe un cierto riesgo a la hora de tomar mis decisiones y que me ayude a ser cauta para tomar la correcta.