Hace tiempo que tengo unas sensaciones a las que les estoy dando forma y que, hasta ahora, no he conseguido aclarar. Es una sensación que me crea dolor, un dolor "sublime" y difícilmente explicable. Es algo así como esto;
En mi interior siento paz, un gran amor y una maravillosa sensación de bienestar.
En el exterior esta paz se pierde, los sentimientos de amor se entremezclan con los de alejamiento y el bienestar va y viene a su antojo como si de un yo-yo se tratara.
Presiento que nos estamos perdiendo algo que es importante para el ser humano, una forma diferente de ver y vivir la vida. Tengo una sensación muy poderosa al respecto y no logro darle forma, es como si estuviese a punto de descifrar el misterio de la felicidad de la vida y me quedase a un paso. Esto es lo que me crea este "dolor sublime".
Las teorías de la felicidad me las sé, he leído un montón de libros y ahora pienso; ¡NO MÁS TEORÍA, ES EL MOMENTO DE INTEGRAR Y VIVIR DE ACUERDO CON ESTA SABIDURÍA! Y ahí me quedo, a un pasito.
Según mi punto de vista una de las causas de este ruptura entre ambos mundos es la idea que, en general tenemos los seres humanos, de que todo tiene que ser perfecto. Así, como la realidad se aleja de lo que consideramos perfecto se abre una brecha, un abismo, difícil de superar.
Seguiré en esta búsqueda, con el firme propósito de no ser una teorizadora de la vida, si no de ser una mujer en continua superación e integración de estos dos mundos, que representan el cielo y la tierra, el ser y lo humano, el espíritu y el cuerpo.
Eres una filósofa, me cuesta entender tus teorias, pero me gustan.
ResponderEliminarAndrea
Como debes disfrutar con tanta teorización de la realidad cotidiana.
ResponderEliminarPP