El tema que hoy me ocupa es tan antiguo como la humanidad; es la relación entre Sensaciones y poder.
Sensaciones entendidas como aquello que nos hace sentir bien, desde una caricia (al cuerpo o al alma), un cuidado, el mimo, la compañía, el sexo y el Amor.
Poder entendido como influencia sobre el medio en todas sus vertientes, dinero, seguridad, adquisición de recursos materiales y sociales y prestigio.
Este tande ha funcionado históricamente entre hombres y mujeres, donde lo femenino proporcionaba la parte de los sentimientos, arquetipo representado con la madre, y lo masculino la parte de poder, arquetipo del guerrero.
Tal vez por esto se dice que el descanso del guerrero es descansar sobre el pecho de una mujer y sentir su abrazo. No en vano el pecho de la mujer es uno de los símbolos de la figura de madre, del acogimiento, de la nutrición, no solo física, también emocional.
Esta relación ha funcionado en nuestra sociedad desde el principio de los tiempos, y ha funcionado bien. Otra cosa que podríamos analizar es si las personas que se han visto involucradas en estas relaciones eran/son felices.
Hoy en día cada vez hay más separaciones, las parejas se rompen en tiempos récords, antes eran raros los divorcios, hoy son raras las parejas que llegan a viejecitos juntos.
Este panorama, que podría paracer caótico a mi me parece que es un reajuste necesario para lo que estamos creando; parejas unidas desde la igualdad, personas que se juntan para compartir.
Por supuesto que hay muchas relaciones basadas en intereses, muchas personas que utilizan el "poder" para atraer a otras a cambio de "sentimientos", en cualquiera de sus vertiente, y a la inversa.
Pienso que estamos evolucionando a otro tipo de relaciones, sobretodo en lo que se refiere a parejas, en las que se busca más la complicidad, la comprensión y el amor verdadero.
Escribo esto y sé que soy muy optimista al creerlo, aunque ya sabemos que los cambios de la humanidad empiezan por personas optimistas que creen que la utopía es posible.
Del "tengo un sueño" de Luther King a Obama, un afroamericano como presidente de EEUU, sólo pasaron 45 años y 4 meses y 23 días, en total unos 16.570 días más o menos. Realmente un suspiro comparado con la historia del ser humano.
Yo tambien tengo sueños, pero se ve que no están a mi altura, pues cada día se alejan más; o eso es lo que percibo. Al menos hoy me sentiré amada por mi propio ser.
ResponderEliminarMerlinesa
Elvira, siembre han existido este tipo de relaciones y seguirán exitiendo. También es verdad que con la incorporación de la mujer al trabajo sois más independientes.Decir que las relaciones aunque partan del amor, simpre tienen un punto de interés por ambas partes. Esta es mi opinión.
ResponderEliminarMBS