¡De nuevo lunes! Este fin de semana he estado en mi master transpersonal en la sierra de Ávila. Estoy muy cansada físicamente y feliz psicológicamente, parece que todo el trabajo interior que llevo haciendo todos estos años me esta sirviendo en esta etapa tan dura de mi vida.
Aveces pienso en las mujeres que se encuentran solas, con problemas económicos y, en ocasiones, con hijos a su cargo ¿cómo podrán tirar para adelante?
Estoy convencidas que habrán días en los que no quieran despertar y otros en los que no sepan que camino seguir.
La vida es dura muchas veces y maravillosa otras. Y, tal vez, la esperanza de vivir momentos maravillosos nos empuje a seguir en los que no lo son tantos.
La soledad "sicológica" es muy dura, el no tener con quien hablar, con quien compartir los miedos, temores, sueños...
Y también lo es la soledad "física", el no poder abrazar y ser abrazada o abrazado , acariciar y ser acariciada o acariciada, el no besar y ser besada o besado...
Y luego está la soledad del alma que es aquella en al que no te sientes parte de alguien más, en la que no te puedes fundir, integrar, en la que no puedes sentir amor total.
No era mi intención hablar de la soledad y en mi fluir he llegado a ella, será porque dentro de mi está latente. Transcribo una frase que me ha enviado por e-mail Eva, una compañera del master; ""Nuestro enemigo es nuestro mayor maestro", suele afirmar el Dalai Lama. De la actitud que adoptemos ante él, dependerán nuestros progresos sobre la Vía."
Si esto es así, yo estoy convencida de que si, todas la experiencias son válidas y darán su fruto en un futuro. ¡Feliz lunes!"
¿Por qué, en general, se rehúye la soledad? Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos.
ResponderEliminarCarlo Dossi
Cuando nos encontramos y nos reconocemos, estamos menos solos...
Besos
Fer