Me gustaría que mi fe fuese férrea de verdad, que no me hundiese cuando cambian los vientos, seguir con mi vela de optimismo alzada sean cuales sean los vientos. No sé si algún día llegaré a tener una fe así, lo que si que de he de confesar es que a día de hoy soy más veleta que bandera.
Me crezco y me caigo una y otra vez, tal vez la fe se forje a través del tiempo y a mi es lo que me falta, tiempo, experiencia y trabajo interior.
El tiempo hace a la madera; y como el hormigon va fraguando poco a poco, endureciendose uno atraves del paso de los dias.
ResponderEliminarPP
Todas a veces sentimos momentos de debilidad, y esos momentos son los que nos haran fuertes de verdad.
ResponderEliminarAndrea
la fe también nos la contagiamos, elvira, con palabras de fuerza, con palabras de apoyo, de esperanza, de amor
ResponderEliminaren ello estoy, siempre, siempre, ya me conoces
bs
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