Con cada lágrima un sentimiento
sale de la oscuridad, viendo así la luz.
Este sentimiento que estaba reprimido
a través de mis lágrimas
es renacido por el agua y guiado por la luz.
Y esta luz y esta agua nutren mi alma .
Y en cada suspiro, inhalo oxígeno
conectándome a la Unidad, a mi esencia.
¡Que extraña sensación de paz me deja el llorar!
Lágrima a lágrima permito que salga de mi
lo que llevo dentro.
Ellas son la materialización de mis penas,
de mis sueños incumplidos,
de mis amores rotos,
de mis ilusiones frustrada,
de mi alma queriendo ocupar su lugar.
¡Que extraña sensación de paz me deja el llorar!
Y es a través del llanto
cuando el agua purifica mis ojos
Permitiénndome así ver la realidad con más claridad,
y hasta una nueva realidad.
Así, purificada por el agua,
guiada por la luz y conectada al Ser Superior,
me siento diferente,
y percibo mi realidad como un gran tablero en el que jugar,
y con una sonrisa en mi labios me surge un maravilloso pensamiento;
¡Que extraña sensación de paz me deja el llorar!
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