Austeridad y espiritualidad

Mi amigo Manu y yo tenemos largas conversaciones acerca de la austeridad en nuestras vidas. El defiende que es mejor ser austero, que no es más feliz quien más tiene y da igual llevar unos zapatos comprados en una gran superficie que unos de una marca de lujo, que al final, ambos hacen su función. Y que es lo mismo comer de menú que en un gran restaurante que lo que importa es que aprecies lo que tienes y saber lo afortunados que somos por poder comer a diario. Yo estoy de acuerdo con él en lo de que somos un@s privilegiad@s y en que nuestra felicidad no depende de cosas materiales. ¡Por supuesto que cualquier zapato me protege del suelo y del frío y que cualquier comida me quita el hambre! Mi opinión es que alcanzaremos la felicidad solo si valoramos lo que tenemos y no centramos nuestra atención en lo que nos falta. En esto coincido con Manu, en lo que estoy en total desacuerdo es en pensar que esta felicidad o alcanzar la espiritualidad pasa por ser auster@ y despojarse de muchos de nuestros bienes materiales. Cuando estoy pensando en un tema y no conozco la respuesta me gusta mirar a la naturaleza y observar como se comporta, pues para mi la naturaleza es un reflejo de Dios y de cómo actúa. Así si tomamos a la naturaleza y al Ser Superior que la ha creado y orquestado podemos observar que todo está creado con una impresionante generosidad; los bosques, los océanos, la diversidad de especies humanas, las capacidades del ser humano, un almendro florecido, un rosal, la selva… Todo es un derroche de imaginación y de tesoros. Si Dios hubiese querido ser austero habría hecho más desiertos y menos belleza. Y sobretodo no nos habría concedido tantos y tantos dones. Para mi la espiritualidad no está reñida con vivir en una buena casa, conducir un buen coche y vestir unos zapatos de marca. La espiritualidad depende de cómo percibo todas estas cosas, de mi compromiso y mi compasión hacia los demás y hacia mi misma, de los sentimientos de mi corazón, y mi aportación a contribuir a crear un mundo mejor. Puedo hacer todas estas cosas sea cual sea la marca de mi jersey.
Dedicada a ti Manu con toda la gratitud de mi corazón.

La risa y las emociones automáticas

Cuando tenemos una forma “automática” de reaccionar ante una determinada situación es por que en nuestro cerebro se ha formado una conexión neuronal. Así cada vez que se dé esa situación el cerebro pondrá en marcha unos mecanismos que inconscientemente nos provocará una emoción a la que seguirá un comportamiento. Todo esto se produce sin que nuestra voluntad actúe, por eso digo que son reacciones automáticas. Como la naturaleza es increíblemente sabia nos ha dado un mecanismo muy fácil para librarnos de estos automatismos; la risa. Si justo en el momento antes de que se produzca la emoción nos reímos habremos roto el ciclo de las conexiones cerebrales en esa situación. Si continuamos con esta práctica y nos anticipamos a nuestros automatismos con la risa, iremos rompiendo poco a poco y de manera definitiva las conexiones. Esto nos hará más libres pues nuestras reacciones de enfado, ira, miedo, vergüenza… nos van poco a poco restando libertad, pues todo acto en lo que nuestra voluntad no interviene es un acto que nos esclaviza. Te invito aprobarlo la próxima vez que sientas que un automatismo tuyo va a entrar en funcionamiento, como el enfado, permítete reírte, ríete con ganas, fuertemente y luego decide si realmente te quieres enfadar y sino merece la pena. Aristóteles dijo; “

"Todo el mundo es capaz de enfadarse, eso es fácil. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado justo, en el momento adecuado, por la razón justa y de la manera adecuada, eso ya no es tan fácil. "

Usemos la risa como nuestra aliada para ir poco a poco rompiendo esas reacciones que nos quitan libertad y que en muchas ocasiones nos crean situaciones no deseadas.

La alquimia humana

La alquimia humana es esta: la transformación del odio en amor.

Las sensaciones ¿realidad o constructo mental?

¿Son las sensaciones un constructo mental o son verdaderas? Por ejemplo cuando un ser amado te abraza y sientes que nada te puede suceder, que entre esos brazos tu felicidad está garantizada y sientes que de alguna forma “estas en casa”. Si puedes sentir esto es porque esa sensación ya estaba dentro de ti y los brazos de tu ser amad@ es una vía que te hace recordarla. Para mi este es el origen de los apegos el confundir “la vía” con “la causa”. Es decir pensar que sin aquello que nos está llevando a la sensación no seremos capaces de volver a sentir esa emoción tan maravillosa. Y/ esto no es así pues si somos capaces de sentir algo es porque ese algo ya estaba allí, ya estaba en nosotros. O único que hacemos es recordar, es dejar que aflore, es limpiar nuestra mente de pensamientos para solo sentir. Es como una tubería atascada por la que sale poco agua, podríamos pensar que no hay agua, y de repente se le limpia y el agua vuelve a salir sin esfuerzos y de forma natural. Pues nosotr@s somos iguales llenamos nuestros conductos de pensamientos que nos atascan y no nos dejan fluir aquello que ya está en nuestro interior. Y luego un buen día, estamos cerca de una persona que nos encanta y empezamos poco a poco a dejar de pensar y solo nos enfocamos en el sentir y es en ese preciso instante cuando dejamos aflorar a nuestro yo real. ¿Te has fijado que cuando estamos enamorad@s razonamos menos y actuamos y sentimos más, y que esto nos lleva a vivir con más plenitud? Aunque no es solamente las relaciones de pareja las que nos hacen aflorar estos sentimientos, son también las familiares, las de amistad, las de comprensión hacia otros seres humanos, las de admiración de la belleza de la naturaleza,… Las sensaciones son verdaderas cuando nos conectamos a ellas desde dentro de nosotr@s mism@s y son un constructo cuando las asociamos a personas o circunstancias exteriores siendo esta asociación el origen de los apegos y por ende de las sensaciones de tristeza, abandono, rabia, ira, etcétera. Todo lo que necesitamos, lo que deseamos y las sensaciones que queremos sentir ya están dentro de nosotr@s, solamente hay que dejarlas salir. ¡Nadie ni nada te va a hacer sentir algo que no esté ya dentro de ti! Libérate de apegos hacia lo exterior y conéctate con tu interior y luego comparte con otr@s tus sensaciones.

Cuanto más leo, cuanto más estudio, cuento más siento…cuanto más vivo. Más cuenta me doy de que la base de todo es el amor. Ese es el principal secreto de una vida plena “hagas lo que hagas hazlo con y por amor”

La entrada 200, ¿Soy yo o ...?

No comprendo a este mundo loco. Me cuesta adaptarme a la violencia, al odio, a la falta de tolerancia y a tantos sentimientos y acciones negativas que nos rodean. Me cuesta adaptarme a esta falta de amor tan grande que se percibe en cada esquina del planeta.
El otro día mis amigas me decían que me decían que me aplicase la letra de canción de “Yo soy Bea”, en el trozo que dice; “”Ya no se puede ir por la vida derrochando el amor. En esta vida hay que saber capear. A ti te falta veneno y te sobra corazón…” ¡Me falta veneno! Y yo me pregunto ¿es mejor que me falte o que me sobre veneno? Si en todas las películas al final siempre gana el/la que tiene más corazón. Aunque eso si, es el que peor lo pasa generalmente.
En la vida real tal vez un poco de veneno para establecer los propios límites estaría bien. O no. Yo pienso muchas veces en Gandi él logro a través de la paz lo que parecía que era imposible.
Dicen que enseñamos aquello que tenemos que aprender. Tal vez sea esta la razón por la que yo enseño temas de desarrollo personal, para poco a poco ir comprendiendo mejor al mundo y de esta manera reconciliarme con el.
¿Soy yo o es que es raro que los humanos nos matemos, nos hiramos, nos odiemos.. unos a los otros? ¿Soy yo o es raro que dediquemos nuestro tiempo y nuestras energías a hacer el mal en lugar de trabajar por el beneficio común? ¿Soy yo o sería maravilloso que el veneno no fuese necesario en el mundo?¿Soy yo o no sería mil veces mil mejor actuar desde el corazón?

¡Es tiempo de SENTIR!

Anteayer estuve comiendo con mis amigas pues ¡teníamos mucho de que hablar! ¡y vaya si hablamos! La sobremesa se alargó hasta las 6 de la tarde. Fueron unas cuantas horas de intenso debate de la vida de cada una de nosotras. Cuando nos separamos cada una de nosotras teníamos la sensación de que DEBIAMOS cambiar algo en nuestra vida. Era como una imposición de lo que era correcto hacer, pues entre todas así lo habíamos decidido “por nuestro bien”. Al separarnos y “volver” a nuestras respectivas “realidades” y querer poner en marcha lo que durante la comida era tan obvio parecía que ya tenía un poco menos de sentido. Lo que hicimos mal, fatal, fue meternos en el mundo de las ideas, de la mente. Intentamos guiarnos por la lógica. Y a las conclusiones que llegamos eran totalmente mentales. Así pasó que cuando quisimos llevar esas decisiones a cabo aparecieron los sentimientos y las emociones ¡Ajá! Durante la comida ¿las habíamos tenido en cuenta? ¿Dónde estaban nuestros corazones? ¿Escuchamos en ese momento a nuestro interior? NO. Somos cuatro amigas buscando vivir la vida plenamente. Hacer las cosas lo mejor que sepamos. Ayer nos dimos cuenta de que centrarnos en lo que pensamos y en lo “que deberá ser” no nos hace ningún bien. Como ya he dicho muchas veces, en este “debería ser” hay una un juicio y en los juicios siempre hay desconexión de nuestra esencia. La mente, la lógica, los pensamientos buscan el control y el poder para aplacar sus miedos derivados del alejamiento de la esencia, del SER. Busca tenerlo todo controlado para sentirse “aparentemente” segura. Esta búsqueda del poder y del control lleva consigo inevitablemente la pena y la ansiedad, pues para controlarlo todo en todo momento hay que estar en continua “lucha” Sólo cuando tomamos las decisiones desde el corazón y nos escuchamos, cada una a si misma, no las unas a las otras, llegamos a la verdadera esencia de nuestra propia vida. Pues andar buscando la aprobación de los demás es la mayor fuente de insatisfacción que existe en este mundo. El verdadero control es dejar de controlar y el verdadero poder es el poder del SER, de lo verdadero, de nuestro interior. Solamente allí podremos sentirnos en paz, solamente desde allí podremos tomar las decisiones acertadas. Ha llegado el tiempo de dejar de pensar para pasar a uno nuevo; “el del SENTIR”

En busca de la felicidad

El sábado pasado ví una de esas películas que no te dejan indiferente. De las que te llegan al corazón y te hacen volver a creer en la vida y en los milagros. La película en cuestión es “En busca de la felicidad”, protagonizada por Will Smith, el cual está merecidamente nominado a un Oscar, y por su hijo.
La película narra la historia real de Chris Gardner, un americano que pasó de estar familia inmerso en una situación económica más que delicada y que, tras ser abandonado por su esposa y desahuciado de su casa, ve como todo se derrumba llegando incluso a caer en la indigencia. En todo este periplo le acompaña su hijo que se convierte en su mayor apoyo.
Esta película me removió mucho pues me hizo darme cuenta de lo afortunada que soy teniendo un techo bajo el que dormir a diario y unos euros en el banco para comer. Además de creer más, si cabe, en que si deseas algo con todas tus fuerzas y trabajas pro ello al final lo consigues. No has de ser el/la más list@, o el/la más guap@... Solo depende de creer realmente que puedes y hacer el esfuerzo necesario para lograrlo. Esto no significa que no te caigas, sino que te levantes cada vez que no puedas más y des un paso más hacia delante. Solo un paso más..y después otra vez sólo un paso más.. y así pasito a pasito llegarás a tu meta. Como dijo Henry Wasworth “Las almas nobles a través del polvo y el calor emergen más fuerte del desastre y de la derrota”.
En un momento de la película Chris le dice a su hijo: “no dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Si quieres algo, ve a por ello”. Un precioso mensaje de un padre a un hijo, el cual seguramente alcanzará en la vida lo que desee.
AL terminar la proyección se produjo un aplauso espontáneo, hacia la película, hacia su verdadero protagonista Chris Garner, hacia la gran interpretación de Hill Smith y … hacia tantas y tantas personas que se levantan cada mañana para ir en busca de sus sueños y ni se rinden ante la adversidad.
Desde aquí mi aplauso a tod@s aquellas personas que se caen y se levantan con más fuerza y que no dejan olvidados sus sueños en este maravilloso camino que es la vida.

http://www.sonypicturesreleasing.es/movies/enbuscadelafelicidad/

Un nuevo cruce de caminos

La vida nos pone en tesituras duras. Hay momentos en los que decidir cual es el camino adecuado es difícil. Aquello de “déjate fluir”, acepta y demás mensajes que recibimos de los grandes maestros no sabemos como llevarlos a la práctica. Hoy, una vez más, me encuentro en un cruce de caminos en el que no sé cual me llevará a la felicidad. Escucho a mi corazón y o no me está diciendo nada, o lo que me dice no me gusta y no deseo oírle. En estos momentos me visualizo a mi misma siendo la viejecita apacible y serena que seré en el futuro y me pregunto; ¿qué camino me hubiese gustado tomar? ¿Cuál es el que me llevará a realizar mis sueños? Visto desde la perspectiva del tiempo el momento actual deja de ser tan importante, tan primordial. La importancia está en la globalidad de la vida, pues el día de hoy quedará como mera anécdota, si es que pasa algo digno de recordar, o en el olvido. Aquí sentada en este cruce de caminos, esto me recuerda a una entrada de hace unos meses en la que puse una foto de una mujer sentada sobre una maleta en una playa, he de tomar una decisión. Tal vez una radical. Si hace unos meses tenía la misma sensación que tengo hoy de no saber hacia donde ir ¿significa esto que estoy igual que hace unos meses? La respuesta es que no, algo he avanzado y la situación difiere mucho de aquella. Para mi todo tiene sentido en la vida y son los cruces de caminos los que nos hacen replantearnos nuestros cimientos y nuestras situaciones. Por ello, aunque a priori, esta circunstancia parezca negativa, realmente es muy positiva pues el crecimiento interior que experimentamos es muy grande. Seguiré mi camino, seguiré mi proceso y sea cual sea estaré bien. Lo que si que sé es que aunque un camino me lleve directa a mis sueños si el precio que he de pagar no se ajusta a mis valores, creencias o convicciones no lo tomaré. Pues para mi, ¡no todo vale! Quiero conseguir mis sueños sin dejarme a mi misma por el camino. Quiero que cuando sea viejecita y eche la vista atrás me sienta orgullosa de cómo he vivido la vida y eso solo lo he de lograr siéndome fiel y viviendo desde el corazón.

Las emociones

¿Te has preguntado alguna vez cuál es la función de tus emociones? La palabra emoción, proviene de la palabra e-movere, e significa energía y movere movimiento, así e-movere o emoción es energía en movimiento. Es una energía que se moviliza en un instante y esto solo puede pasar en el momento presente. Es decir que la emoción surge, se manifiesta y desaparece. La emoción no perdura en el tiempo, pues solo se manifiesta en el aquí y en el ahora. Al desaparecer la emoción queda su recuerdo y el sentimiento. Este es como el rastro que dejan las emociones en nuestro recuerdo. Las emociones son una guía de acción, nos preparan para movilizarnos en base a los estímulos externos. Las emociones básicas son ocho y estas son las acciones para las que nos preparan:
Enfado; sentimos que nuestros límites han sido sobrepasados y nos preparamos a protegerlos.
Tristeza; hemos perdido algo importante y nos predispone al llanto y al recogimiento.
Miedo; sentimos que se estamos en peligro y nos impulsa a huir.
Vergüenza; nos hemos expuesto en exceso y sentimos el deseo de escondernos, de retirarnos.
Asco; Sensación de que lo que estamos experimentando es malo para nosotr@s, el deseo es de expulsar.
Dolor; es la sensación de que estamos rot@s por dentro, esta emoción nos previene para no repetir el suceso que nos la ha provocado. Y para hacernos ver que podemos volver a reconstruirnos a través de nuestro esfuerzo personal.
Sorpresa; nos surge esta sensación cuando descubrimos algo nuevo y su misión es predisponernos para el cambio.
Alegría; hemos alcanzado una meta, algo que deseábamos. La alegría nos predispone para la celebración del éxito.
Ya ves que las emociones tienen una función importante dentro de ti, de tu vida. Escúchalas, una emoción siempre nos trae un mensaje. Si sientes, por ejemplo, enfado pregúntate ¿qué límites crees que están traspasando? O lo que es lo mismo ¿qué parte de tu libertad estás sintiendo en peligro? Las emociones bien analizadas nos traen un montón de información de cómo nos sentimos con relación al mundo que nos rodea.

¡Vive, disfruta y escucha a tus emociones!